tag:blogger.com,1999:blog-13912912843938392042024-03-13T19:22:25.141+01:00Mr. Brown y la conspiración para matar el tiempoMr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.comBlogger129125tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-17909076171823024572017-10-29T18:14:00.002+01:002017-10-29T18:14:48.048+01:00Yo tenía un amigo<div align="justify" style="margin-bottom: 0cm;">
<style type="text/css">p { margin-bottom: 0.21cm; }a:li</style>Yo tenía un amigo.</div>
<div align="justify" style="margin-bottom: 0cm;">
También tenía una
amiga. Estaban juntos. Bastante juntos, las parejas tienden a estar
bastante juntas, en general. Dos años después de conocerles,
dejaron de estarlo. Poco después, ella me dijo que él la había ido
alejando de otras personas, había conseguido que ambos dependieran
cada vez más del otro y sometido a todo un proceso de anulación.</div>
<div align="justify" style="margin-bottom: 0cm;">
Ninguno entró en
detalles, pero él reconocía que la relación no era sana y que la
ruptura era, en el fondo, lo mejor para ambos. Después, estaba en
otra relación, con otra persona, otra buena persona y yo creía que
todo iba bien, todo lo bien que pueden ir las cosas en el mundo real,
vaya. Él reconocía que había tenido actitudes de puro maltrato
psicológico por su inseguridad y que quería dejar eso atrás.</div>
<div align="justify" style="margin-bottom: 0cm;">
Y me entero, más de
cuatro años después de la primera ruptura, de que no es así. De
que él ha seguido teniendo actitudes de maltrato, de acoso. Y me
pregunto qué puedo hacer, qué debo hacer. Me pregunto si puedo
ayudarle a cambiar o, al contrario, debo dejarle de lado como han
hecho otros y esperar que el aislamiento le cambie o al menos le
dificulte llegar a otras posibles víctimas.</div>
<div align="justify" style="margin-bottom: 0cm;">
Quedo con él, hablamos
de banalidades. Después de mucho rato, saco el tema. Da su versión,
no niega nada, se muestra humilde, relativiza lo ocurrido: él no
cree haber sido el único con actitudes malsanas, no recuerda que
hubiera tanta diferencia entre lo hecho por uno y otra, etc. Me
sugiere alejarme de él si lo creo conveniente, por más que desee,
dice, que sea para volver a encontrarnos después. Le digo que sí,
que prefiero alejarme. No sé si consigo decirle todo lo que siento:
que ya no sé si le conozco, que ya no sé si puedo confiar en él,
que no sé si estar cerca de él es una manera de ayudarle a cambiar
o ayudarle a encubrir lo que, en el fondo, también es. Me alejo de
él y lo siento como una ruptura: ¿ha sido su gran final como actor
o realmente me ha dejado ir con verdadera humildad y buena intención?</div>
<div align="justify" style="margin-bottom: 0cm;">
Han pasado más de dos
años cuando escribo esto –cuatro años cuando lo releo– y tengo las mismas dudas y el mismo dolor por todo lo ocurrido.
El mismo dolor y la misma vergüenza porque no lo vi (¿o no supe
verlo?) y no pude ayudar a mi amiga. El mismo dolor y la misma
vergüenza porque otro sí supo ayudarla y tanto fue así que se
convirtió en su nuevo compañero-enemigo, en su nuevo manipulador
infiltrado hasta en el último rincón de su corazón. La misma
vergüenza porque sé que mi parte no es tan dolorosa como las de
ellas. Tengo la misma vergüenza porque toda esta consciencia, en lo
mental y en lo emocional, no cambia una puta mierda de lo ocurrido,
aunque quizá me sirva para hacerlo mejor en una situación parecida.</div>
<div align="justify" style="margin-bottom: 0cm;">
Eso es lo que tengo, lo
que de todo esto me queda.</div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-82041780252731893752016-09-22T17:55:00.000+02:002016-09-22T17:58:18.587+02:00Cóctel<div style="text-align: justify;">
Mi cóctel de los últimos meses se hace con:</div>
<div style="text-align: justify;">
· un poco de esa <i>Sed non satiata</i> que tuvo Baudelaire</div>
<div style="text-align: justify;">
(«Prefiero, al [vino] constantia, al opio, al [vino] nuits,/ el elixir de tu boca donde el amor se pavonea»)</div>
<div style="text-align: justify;">
· la historia de Javier Krahe y <a href="https://youtu.be/WLYxWp2ss_8"><i>Mariví</i></a> (¿o Maribel?)</div>
<div style="text-align: justify;">
· y una cita de <i>Les Sables mouvants</i>, un relato de Hubert Aquin</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
No conozco mayor crueldad que la economía de gestos, que los vientres que se niegan a palpitar llegado el momento, que las manos que no se atreven a agitarse a lo largo de la espalda. El cuerpo está hecho para eso: agitarse en el placer, postrarse en el pesar, gemir en el dolor.</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
Era el cóctel que correspondía al momento. Ya lo he digerido, ahora tomaré otra cosa.</div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-77978113901333475942016-08-01T17:51:00.001+02:002016-08-01T17:51:58.181+02:00En verano, todo parece posible<div style="text-align: justify;">
Salvo dormir.<br />
<br />
(... o ver cumplida esa promesa de que todo sea posible)</div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-74799054893495393802016-07-23T03:38:00.000+02:002016-07-23T03:38:01.663+02:00¿Un gato?<div style="text-align: justify;">
Quizá creí que tenía más de gato de lo que realmente tenía. Quizá tenga algo más de perro. O quizá sólo pase que me haya movido demasiado poco como para averiguarlo aún. ¿Cuántas ocasiones de actuar libremente hay que aprovechar para empezar a sentirse realmente libre? ¿O es que es más fácil sentirse libre primero y luego actuar libremente? ¿Cómo se interrumpe este bucle, cómo se entra en el círculo virtuoso?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxkumqCOJER3Vy664spuVCN3mv3fqNZTnsxJVyBaPNhhWFVK7skZvtwUIfKtsjn0su89x2otjXCe6Hs43TnNsI74-qfc8DtcdVOy-rQDAZS7xrFKAZgYsLBt51bdNguDmWoiU9dPZZCfU/s1600/Captura+de+pantalla+de+2016-07-17+01%253A46%253A04.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="172" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxkumqCOJER3Vy664spuVCN3mv3fqNZTnsxJVyBaPNhhWFVK7skZvtwUIfKtsjn0su89x2otjXCe6Hs43TnNsI74-qfc8DtcdVOy-rQDAZS7xrFKAZgYsLBt51bdNguDmWoiU9dPZZCfU/s400/Captura+de+pantalla+de+2016-07-17+01%253A46%253A04.png" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />«La vida», escribió Søren Kierkegaard, «sólo puede ser comprendida hacia atrás, pero sólo puede ser vivida hacia adelante». Es brillante, pero le faltó quizá decir que lo comprendido a veces no sirve para vivir, que en ocasiones todo parece nuevo, no ilusionantemente nuevo, sino nuevo como un golpe nuevo: no sabemos si nos alcanzará, no se sabe en qué punto ni con qué fuerza, sólo sabemos que es posible que duela. No todo en la vida es triste, ni muchísimo menos, pero muchas de las cosas que no son tristes son banales y acaban resultando, a quien no tiene dramas, aún más tristes que las dramáticas.<br />Escribió en el <i>Libro del desasosiego</i> Bernardo Soares/Fernando Pessoa, entre otras nostalgias, la de algo (¿libertad verdadera? ¿naturalidad? ¿funcionalidad del hemisferio derecho del cerebro?): «He matado a la voluntad a fuerza de analizarla. ¡Quién me volverá a la infancia de antes del análisis, incluso de antes de la voluntad!».</div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-86731369073266279332016-07-10T15:03:00.000+02:002016-07-10T15:03:13.858+02:00Arma letal 2, versión postmoderna<div style="text-align: justify;">
En la versión postmoderna de <i>Arma letal 2</i>,
Roger Murtaugh, el policía que interpretaba Danny Glover, también se
entera de que hay una bomba bajo su WC cuando ya está sentado en él.
Ahora bien, todo el mundo le dice que no sea tan negativo. Dejan el
temporizador correr y empiezan a acolcharle el retrete para que esté más
cómodo, le instalan un equipo de música y una tele en el mismo baño y
su familia le lleva allí la comida. Pide un crédito al banco y así puede
pagar a profesionales que le echen una mano: un fisioterapeuta que le
ayude a mantener las piernas más o menos en condiciones (circulación
sanguínea en orden, músculos a tono), un psicólogo para la terapia
familiar y un <i>coach</i> que le da claves para motivarse y aprender a tomarse como una oportunidad vital la bomba que tiene debajo del culo.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqFP_VOcO1sanCiHv6s8U7cYmHJNHNdxegbs3GbATxElyjIq0Z030izfYB6OZi9GlV3cxmQScUwslVckSHuIgjY_xI0dxpaYlopGz4ljQ-m7Er8Hv0Q4wdRoomYVCXfJehz9aYhKBz8jU/s1600/Arma_letal.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqFP_VOcO1sanCiHv6s8U7cYmHJNHNdxegbs3GbATxElyjIq0Z030izfYB6OZi9GlV3cxmQScUwslVckSHuIgjY_xI0dxpaYlopGz4ljQ-m7Er8Hv0Q4wdRoomYVCXfJehz9aYhKBz8jU/s1600/Arma_letal.jpg" /></a></div>
<br />En esta versión, Murtaugh termina sus días como un anciano convertido en<i> youtuber</i> que sube vídeos y publica algún que otro libro de autoayuda explicando lo importante de una actitud emprendedora y positiva. Llega al final de su vida gagá y rodeado de sus seres queridos, que evitan hablar de la bomba y, cuando lo hacen, es con eufemismos o circunloquios («el tema este» y similares, incluso «lo de la bomba»). Las pocas veces que alguien se atreve a mencionar la posibilidad de intentar desactivar la bomba o incluso la de levantarse por si el artefacto hubiera quedado inutilizado por el paso del tiempo, la persona en cuestión es mirada como una loca de atar y se le replica que las cosas no son tan simples, que vaya soluciones más radicales busca, etc., etc.</div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-24017831231543945382016-05-24T00:49:00.002+02:002016-05-24T00:49:47.471+02:00Díselo con contenedores<div style="text-align: justify;">
Qué extraña imagen: Rajoy quemando contenedores, Rodríguez Zapatero prendiendo fuego a papeleras, la élite política plenamente entregada al vandalismo. Suena imposible, el vandalismo es cosa de gente desharrapada: chavales aburridos y/o hooligans políticos, ¿no? Después de según qué huelgas o manifestaciones, oímos hablar de destrozos, ¿cuánto cuestan? He intentado averiguar cuánto cuesta un contenedor de basura nuevo y veo una gama de precios que oscila muchísimo (entre 200 y algo más de 1.000 €) en función de la marca, el modelo y, cabe suponer, el volumen de los pedidos, el transporte y -quién sabe- quizá prefiramos comprárselos a algún amigo o familiar que casualmente se dedique a ese ramo. Suspicacias aparte, el resultado es interesantísimo.<br />
<br />
Por ejemplo, el regalo que le hizo el Estado al venderle al BBVA Catalunya Caixa-Catalunya Banc (fusión de Caixa Catalunya, Caixa Manresa y Caixa Terrassa), por ejemplo, que ascendió a 11.400 millones de euros -es la diferencia entre el precio que se les pidió y el precio de mercado- son casi doce millones de contenedores-de-los-caros quemados, más de 50 millones de los más baratos. Los 9.000 millones de euros que reclaman los vándalos de la Comisión Europea que nos recorten a corto plazo cuestan, pues, al menos nueve millones de contenedores quemados, hasta 45. Podríamos seguir con los recortes en sanidad, que en el periodo 2009-2013 fueron de 7.641 millones de euros, serían de al menos 7 millones de contenedores -insistimos, hasta 35 millones de ellos- y el maravilloso rescate de Bankia, estimado en 147.800 millones de euros entre capital, avales y otros, nos puede salir por entre 150 y más de 700 millones de contenedores (pero ¿hay tantos contenedores en toda la región española?).<br />
<br />
Si buscamos el morbo, no será por cálculos al sueldo de un juez español (unos 4.000 €/mes) le podemos descontar el de un pobre diablo (salario mínimo interprofesional = 655,20
€/mes), la sobrealimentación de más de 5.000 jueces nos sale como quemar
16.000-80.000 contenedores al mes. Las subvenciones para que este año los sindicatos sigan dando la patita y pasando por el aro de fuego (10,33 millones), un poco más caras que la familia Borbón, nos salen a 10.000-50.000 contenedores churruscados y las de los ayuntamientos a la tauromafia (20.116.278 € en 2013), 20.000-100.000 contenedores <i>on fire</i>.<br />
Quien después de todo eso considere más preocupantes los disturbios que el vandalismo presupuestario tiene un problema de percepción aún mayor que el de echar cuentas.</div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-22077179935919037032016-02-19T20:35:00.000+01:002016-02-19T20:35:35.030+01:00Yo podría ser tu gato<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">No podría ser tu perro. Ni se me da bien, ni me gusta, eso de andar detrás de nadie, parar el mundo a cada silbido, a cada instrucción. No hace falta que me saquen, ya sé organizarme los paseos, solo o acompañado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">Sí me veo, e</span><span style="font-size: small;"><span style="font-size: small;">n cambio, </span> como gato. Yo podría dejarme encontrar </span>cuando quieras buscarme, podría buscarte cuando quieras que te encuentre. (A veces nos equivocaríamos y no iríamos tan sincronizados; bah, no hay drama, nada que no pueda arreglarse una próxima vez.) Que me creas casi desaparecido de puro discreto y resurgir como una caricia entre tus piernas. La verdad es que me encantaría ponerme en tu regazo, que me rascaras la cabeza, ronronear tumbado junto a ti.</div>
<div style="text-align: justify;">
Yo podría ser tu gato. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzUCk4xwc7kBf-_XkcDXLSHKJ9mulkIBxZfmNwn4w4xOiI-Y2blEmgOCMvxJIrY4DbC2p4WrjawJrvp2yRDf299S1PMkMj8xJ7qmvkWp7DGCVimWXcgJmZaf2Ps0TB6EmgP5-QnYfuTdo/s1600/cat-legs-tattoo-193700.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="280" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzUCk4xwc7kBf-_XkcDXLSHKJ9mulkIBxZfmNwn4w4xOiI-Y2blEmgOCMvxJIrY4DbC2p4WrjawJrvp2yRDf299S1PMkMj8xJ7qmvkWp7DGCVimWXcgJmZaf2Ps0TB6EmgP5-QnYfuTdo/s320/cat-legs-tattoo-193700.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-49938402389376829052015-11-22T17:13:00.002+01:002015-11-22T17:13:59.227+01:00Una de las muchas maneras desagradables de morirse que hay en Madrid (II)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://ep01.epimg.net/politica/imagenes/2015/11/07/actualidad/1446929049_777022_1446930547_sumario_normal.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="http://ep01.epimg.net/politica/imagenes/2015/11/07/actualidad/1446929049_777022_1446930547_sumario_normal.jpg" height="320" width="215" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Hace algo más de dos años <a href="http://conspiracionparamatareltiempo.blogspot.com/2013/08/una-de-las-muchas-maneras-desagradables.html">hablábamos</a> en esta bitácora del asesinato de Jorge Caballero delante de lo que era entonces el cine Azul, en 1980.</div>
<div style="text-align: justify;">
Hablamos también de la tranquilidad de que gozaban los matones de la ultraderecha, en su caso y en otros, en lo que respecta a la policía, los tribunales y demás engranajes de la maquinaria sistémica, y del paradero desconocido del asesino de Jorge, José Llobregat, conocido como <i>Pepe el loco</i>.</div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="http://ep01.epimg.net/politica/imagenes/2015/11/07/actualidad/1446929049_777022_1446929991_sumario_normal.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://ep01.epimg.net/politica/imagenes/2015/11/07/actualidad/1446929049_777022_1446929991_sumario_normal.jpg" height="320" width="263" /></a><a href="http://politica.elpais.com/politica/2015/11/07/actualidad/1446929049_777022.html">Leemos</a> estos días, sin embargo, que el paradero de Pepe no es ya desconocido, sino que se ha confirmado que reside en la República Dominicana desde hace años y tampoco es que tenga mucho que temer: aun suponiendo que exista un convenio de extradición hispano-dominicano, el asesinato de Caballero llevaría dieciséis años prescrito. Nada que ver, pues, con el del jefe Telefónica en Gipuzkoa Enrique Cuesta, cometido en 1982 (por los Comandos Autónomos Anticapitalistas, que denunciaban su colaboración en las escuchas policiales) y por el que Joxe Andoni Zurutuza fue enjuiciado en 2010 en medio de malabarismos legales, o el de Amancio Barreiro, cometido antes incluso de la aprobación de la Constitución (el 2-IX-78, concretamente) y por el que se juzgó como encubridor a Andoni Zelaia (también miembro de los CCAA, que acusaban a Barreiro de colaborar con la policía) en 2006-2007. Teniendo en cuenta la diferencia de perfiles entre asesinos y muertos, pelillos a la mar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQNMzlFdWfezxQpEolC5PLeJjR3R5CkQ2SxXSM6r03K9AH-bvfEA4XWxdxFu6T_Wz6fc5Hotx71J9EkQ-f9GOJxG_a1FM6w5Ehg-5jo6J8UD_pMcvzzeZoJLJXL_3L3zXNYuexFVc62TA/s1600/autodefensa+obrera+2+%2528sin+fecha%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="234" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQNMzlFdWfezxQpEolC5PLeJjR3R5CkQ2SxXSM6r03K9AH-bvfEA4XWxdxFu6T_Wz6fc5Hotx71J9EkQ-f9GOJxG_a1FM6w5Ehg-5jo6J8UD_pMcvzzeZoJLJXL_3L3zXNYuexFVc62TA/s320/autodefensa+obrera+2+%2528sin+fecha%2529.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-5700304610937665432015-08-17T17:21:00.000+02:002015-08-17T17:21:13.020+02:00Preguntas sin respuesta (y III): ¿hegemonía de qué proyecto en qué plazo?<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Llegadas a este punto, se nos quedan
cortos la crítica superficial al estado de las cosas y el moralismo, no
menos superficial. No podemos decir que hay una supuesta, difusa,
«casta» y que el sujeto político que puede cambiar las cosas es todo
aquel que se oponga a ella. No podemos hacerlo porque, en el momento en
que la dirigencia <em>anticasta</em> ocupe el Poder, si eso llega a
ocurrir, y acuse la tremenda presión de la herencia recibida (véase el
caso de Syriza en Grecia), de los acreedores y de la patronal, cualquier
enfrentamiento entre facciones se puede convertir en una competición
sobre quién <em>es más o menos casta</em>. No podemos porque a nadie se
le escapa que ninguna dirigencia política, por muy sagaces que sean sus
miembros y muy buenas sus intenciones, puede cambiar a quien no quiere
cambiar. Aunque cambien otras cosas, las relaciones cotidianas en el
trabajo, en los centros de estudio, en las asociaciones, los bares, las
familias, parejas y cuadrillas de chavales de los parques y escaleras no
superarán el «todas contra todas», la mezcla de egocentrismo, apatía y
desconfianza que llamamos «normalidad».</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Se nos puede decir que esta mezcla de
valores, actitudes y posiciones políticas es complicada, que es querer
abarcar demasiado. Sostenemos exactamente lo contrario. Tampoco es que
digamos que de cada grupo, formal o informal, deban salir normas éticas
que marquen qué es lo correcto y qué lo incorrecto. Más bien, defendemos
un discurso –y, por tanto, un discurrir– que además de criticar lo
inadmisible señale lo admisible y busque lo deseable y que, además de
analizar el pasado, proponga un futuro desde el presente. Casi nada,
¿eh? En realidad, no entendemos que esto sea tan ambicioso como nos
puede parecer por nuestra cultura política, sino que podría darnos
cohesión, siempre que no nos empeñemos en tenerlo todo organizado desde
el principio y sepamos tener <strong>paso corto y mirada larga</strong>.</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Una de las cosas en que damos la razón a
las podemitas, así como a las compas del Procés Embat, Aunar y Apoyo
Mutuo es en que pensar con lógica no basta. De nada sirve nuestro
discurrir si nuestro discurso es agresivo o incomprensible; no nos basta
con tener la razón, queremos compartirla con el máximo posible de
personas. En este sentido, como comunista libertario, este articulista
saluda la evolución que ha visto en los últimos años, tanto en grupos
informales como en la actual Federación Estudiantil Libertaria, en esta
misma Regeneración o en el proceso de convergencia popular de Embat y
compañía, evolución de un anarquismo más moral (más centrado en tomar
posiciones) a otro más social (más centrado en ser motor de cambio
social). No obstante, nos estamos dejando en el tintero explicar un poco
más qué aclaración política (¿y ética?) estamos defendiendo e incluso
de qué cambio estamos hablando todo el tiempo.</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Cuando hablamos de cambio, hablamos de un
cambio profundísimo y que implicará seguir esforzándonos a corto, medio
y largo plazo. Se nos está diciendo que estamos ante una «ventana de
oportunidad» que puede cerrarse en cualquier momento, ya que, según
quienes lo dicen, la población no puede estar en estado de efervescencia
permanente y, en lo económico, la crisis podría estar remitiendo, lo
que podría fortalecer la idea de que el ciclo anterior se ha terminado y
se entra en uno nuevo, cosa que favorecería cierta desmovilización
masiva. No podemos estar de acuerdo con nada de esto. <strong>No podemos tomarnos en serio el supuesto final de la crisis</strong>
porque: 1) un gran número de personas ya han descubierto que las
grandes cifras de la economía (macroeconomía) no se corresponden con lo
que ven en sus carteras y las de las personas cercanas, en el día a día
(microeconomía), así que sería suicida rendirnos en este terreno; 2)
algunos de los elementos más conocidos de la recuperación macroeconómica
son el aumento de las exportaciones (España, dentro de su contexto, es
un estado que produce barato y con una moneda, como es el euro,
debilitada), las restricciones a las deslocalizaciones (o sea, que
trabajamos tanto por tan poco dinero y exigiendo tan pocas garantías a
las empresas multinacionales que hacemos mejor que antes la competencia a
estados de Europa del este, Latinoamérica y África) y una nueva burbuja
inmobiliaria, esta vez más ligada a la clase alta, pero no sólo a la
española, sino de todo el mundo (que es como decir que nos estamos
echando al cuello una de las sogas que empezamos a notar hace seis años,
pero decimos que es una corbata para tranquilizarnos) y 3) dentro del
mercado global, independientemente de que la posición española sea un
poco mejor o peor, no hay ningún cambio significativo –como sí lo hubo
con otras grandes crisis, por ejemplo, las dos últimas–: no hay manera
de aumentar el consumo sin alimentar el endeudamiento o reducir el
margen de beneficio de las empresas, todo ello mientras la gesta la
crisis energética. En rigor, nadie se atreve a decir que la actual
recuperación sea algo más que una pausa momentánea y, si alguien puede
contar con que lo sea, no somos nosotras; no porque ser anticapitalistas
nos obligue a ser agoreras en lo macroeconómico, sino por esta falta de
motivos y por lo peligroso de hacerse esperanzas.</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Vaya, que <strong>debemos confiar en nuestras fuerzas como clase social</strong>
y no en un estado más o menos desfavorable de la economía y que,
además, no debemos agobiarnos demasiado con la supuesta ventana de
oportunidad. Es posible, ciertamente, que quienes más crean opinión
pública –medios de comunicación y personajes con visibilidad en esos
medios– consigan, pese a nosotras, extender dentro de un tiempo la idea
de que la etapa de crisis económica y política se ha terminado para
invitar a los sectores movilizados de la sociedad a <em>volver a casa</em>.
No obstante, entendemos que es nuestra responsabilidad evidente
oponernos a esta idea, tanto por el desmentido económico ya dicho como
por la vertiente más claramente política: no sólo las demás hacen
política, la hacemos todas. Si algo hemos aprendido en espacios de lucha
como el actual movimiento por la vivienda, las redes de solidaridad
popular o el sindicalismo de clase es el valor de lo colectivo en todo
momento y lugar. Quienes se resignan a funcionar en base a ventanas que
se abren un tiempo cada treinta o cuarenta años y entienden la
desmovilización masiva como algo natural, parte de la historia que
siempre vuelve, tendrán que asumir sus responsabilidades si consiguen
convertir eso en una profecía autocumplida, como amenazan con hacer.
Entendemos la inestabilidad como un ingrediente del momento presente,
del funcionamiento del capitalismo e incluso de la vida misma, en menor
medida, y no vemos tanta diferencia entre las perspectivas a corto,
medio y largo plazo. No firmaremos ninguna paz social ni ningún cheque
en blanco y nos gustaría creer que quienes hablan de asaltar las
instituciones tampoco firmarán esa paz; si lo hacen, de nuevo, estaremos
hablando de una decisión asumida y no de una especie de inevitable
cambio meteorológico. No estamos en esto para cerrar ventanas y
entendemos que uno de los mayores, en estos años de repunte de la
resistencia por los derechos básicos (vivienda, alimentación, salud) es <strong>pasar de esa resistencia a un contraataque más ambicioso</strong>.</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Y, aun entendiendo todo esto, ¿podemos, sin llevar el <em>carnet de anarquista</em> en la boca, intervenir como anarquistas? ¿Qué es lo que podríamos ofrecer a quienes no son anarquistas?</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">En primer lugar, no se trata de ofrecer
una especie de nueva receta de algún producto, ni siquiera de recitarles
definiciones de la Anarcopedia o pasajes de Errico Malatesta (por más
que ambas sean fuentes de lo más interesante). Tampoco se trata de una
invitación para que añadan «anarquista» a la lista de adjetivos con que
se describen ni de una imposición apocalíptica para que <em>se conviertan</em>
o, de no hacerlo, mueran en la apatía o la ingenuidad. El anarquismo,
con este nombre o cualquier otro, puede y quizá deba ser un llamamiento.
Sabemos que no inventamos nada, sólo subrayamos el planteamiento que,
existiendo ya, nos parece que vale la pena conservar y potenciar.</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">En segundo lugar, quizá haya mucho que
aprender del anarcosindicalismo. Probablemente lo más interesante de
esta herramienta es que fue pensada en gran medida desde el anarquismo y
por anarquistas, pero no necesariamente para anarquistas. El
anarcosindicalismo ha tendido a definirse en base a tres ejes bastante
sencillos: una finalidad (la instauración del comunismo libertario),
presente como objetivo último; unos principios (apoyo mutuo,
federalismo, solidaridad), que dan sentido a esa finalidad dentro de un
concepto de las relaciones humanas, para hoy día y para cualquier época,
y unas tácticas (acción directa, autogestión), que permiten abordar
conflictos laborales, y no sólo laborales, aquí y ahora y, a la vez,
avanzar hacia esa finalidad última.</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">En tercer lugar, entendemos, como ya se
ha insinuado, que la intervención política no responde sólo a la
resistencia contra problemas prácticos e inmediatos (conflictos en el
trabajo, por la vivienda, por que no falte comida), sino que lucha
contra esos problemas desde una cosmovisión que aporta ese horizonte y
esos principios. Si en el <a href="http://www.regeneracionlibertaria.org/preguntas-sin-respuesta-i-a-vueltas-con-el-relato-politico">primero</a> de estos tres textos hablábamos del relato político que analiza el pasado reciente para explicar el presente y en el <a href="http://www.regeneracionlibertaria.org/preguntas-sin-respuesta-ii-cual-es-el-sujeto-politico">segundo</a>
lo relacionábamos con su contexto histórico para que ese pasado
reciente no parezca una mera casualidad o un accidente, ahora nos
atrevemos a ir un poco más lejos. La intervención política de cara a las
elecciones necesita cierto relato político para ganárselas a quienes
las han ganado en las últimas décadas; la intervención con voluntad
revolucionaria puede buscar cierta <strong>cosmovisión</strong> para
explicar por qué las elecciones no bastan y, sobre todo, para luchar
contra la apatía y el derrumbe social que hemos visto y aún vemos:
desprecio por <em>la gente</em> (así, en general), apatía, nihilismo
(que lleva o bien a la apatía o, en el mejor de los casos, al rechazo
anti-todo o, por compensación, a huir del propio nihilismo abrazando
algún fanatismo tradicionalista o de otro tipo)… Habrá diferentes
enfoques y cada cual tendrá sus matices, pero, en términos generales, el
funcionamiento horizontal, sin dirigentes, no es sólo el más abierto a
todo el mundo y el que más permite ahondar en lo colectivo –insistimos,
el gran descubrimiento de los últimos años, algo tan antiguo como que no
estamos solas con nuestros problemas y que la unión hace la fuerza–. Es
además el funcionamiento inevitable si se está ensayando una cultura
política donde las decisiones sean de todas, ya que de todas serán sus
consecuencias. La autogestión, el apoyarnos sólo en nuestras propias
fuerzas, no es una especie de ombliguismo o de elitismo político, ya que
ese <em>nosotras</em> está abierto y depende de qué proyecto (acción,
campaña, organización, etc.) estemos hablando; es parte del proceso por
el que nos fortalecemos colectivamente y nos preparamos para hacer cada
vez mejor las cosas y cada vez más cosas. Es el camino del autogobierno
por el que, a la larga, podremos prescindir de los gobiernos. El <strong>apoyo mutuo</strong>,
la cooperación, no es sólo que yo te apoye si te quieren desahuciar y
tú lo hagas si mi patrón no me quiere pagar: es la razón de ser de la
misma sociedad. No abandonamos a las personas ancianas, débiles o
gravemente enfermas, quizá eso no sea rentable económicamente, pero ni
lo sabemos ni lo queremos saber. Si vivir en sociedad tiene algún
sentido es que quienes mejor se encuentren cuiden de las que en ese
momento estén enfermas o sean ancianas y provean para ellas, es
compartir en las duras y en las maduras. Somos una especie que nace en
un estado de total dependencia, incapaz de comer por sí misma en meses,
incapaz de andar hasta al cabo de aproximadamente un año, pero
preparadísima para desarrollar lazos emocionales y mentales y
comunicarse con otras humanas. No debería hacer falta decir más para
aclarar que, contra la obsesión liberal por la competencia (Adam Smith,
Darwin, …) que alimenta la desconfianza y generaliza la dependencia, el
apoyo mutuo es parte de la vida misma (Kropotkin ya lo explicó largo y
tendido) y promueve una generosidad que no es un contrato laboral ni un
imperativo por decreto, sino la savia misma de la vida en sociedad.</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Postulamos, pues, seguir dando respuesta a
los problemas inmediatos y a cuantos vemos a corto, medio y largo plazo
desde esa cosmovisión humanista y, en fin, disputando al Enemigo
algunos de sus conceptos habituales para ampliar la resistencia a un
contraataque a medida que el empoderamiento colectivo funciona y avanza.</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">En cuanto a esos conceptos habituales, el de <strong>ciudadanía</strong>,
sin ir más lejos, está falseado. Ya dijimos por qué tiene más sentido
hablar de personas que de ciudadanas en el primer texto, pero es que,
además, a cada persona se le supone sometida a las leyes, cuando a nadie
se le puede exigir que cumpla compromisos que no ha adquirido y
apechugue con decisiones que no ha tomado. Mejor haremos en seguir
reivindicando a la persona como primer sujeto político, base de la
soberanía, y el pacto federativo, la asociación entre iguales sin
amenazas ni chantajes, como base de la sociedad. Directamente
relacionado con esto están los conceptos de <strong>responsabilidad</strong> y <strong>poder</strong>,
que hay que disputar, sobre todo a los sectores más conservadores y a
los reaccionarios. El hecho de que tengamos tan poco poder, limitados
por los poderes del estado y los del mercado, nos ha enseñado a algunas a
atacar al Poder, a las instituciones enemigas, pero no a distinguirlo
del poder, que es tanto la capacidad pura de pensar, desear, actuar y
demás como la de decidir y la de trazar y llevar a cabo planes a
cualquier plazo, en lo personal y en lo colectivo. A veces nos olvidamos
de que lo que queremos probablemente sea todo el poder para todas y
que, en ese camino de empoderamiento, podemos llegar a hacer
innecesarios todos esos parlamentos, gobiernos y demás conformados por
gestores profesionales. Y que no tiene por qué ser fácil, porque estamos
acostumbradas a considerarnos menores de edad que pueden dejar que
otras tomen las decisiones y criticarlas desde la calle cuando las
consecuencias no nos gustan. No obstante, esta búsqueda del autogobierno
personal y colectivo es lo único que puede garantizar que los avances
no sean sólo momentáneos ni los retrocesos, permanentes. El de <strong>liderazgo</strong>
es otro concepto con el que no solemos estar cómodas, pero con el que
tenemos que lidiar. Lo rápido es decir «abajo los líderes» o incluso
«muerte a los líderes» y pasar al siguiente tema, pero sabemos que el
que haya iniciativas es a menudo bueno, casi siempre necesario, y que
tendemos a reproducir papeles de líderes y de seguidoras. No nos parece
problemático el que ocurra esto en ningún momento, sino el ver que el
liderazgo se instala y no sabemos salir de ahí: en el funcionamiento
colectivo, a muchas les falta iniciativa e implicación y a otras, por
compensación, les sobra. Eso, a veces alimentado por cualidades
personales, lleva fácilmente a que algunas personas sean vistas en su
entorno como líderes, no sólo por lo mucho que «tiran del carro» o
guían –esa es la traducción literal del inglés <em>leader</em>, «guía»–,
sino porque se les ve como tales y dan, incluso, ganas de seguirles.
Todo esto ocurre a veces también entre personas con experiencia
activista y personas sin ella, las primeras pueden convertirse en un
incentivo de lucha para las segundas, sin embargo, nos parece una pieza
clave el combinar esta iniciativa y valía personales con el discurso
igualitario y nunca paternalista; animar a quienes empiezan a luchar y a
quienes ni han empezado ni quieren empezar: en estos tiempos en que
también existe una gran desconfianza hacia las organizaciones
sistémicas, nosotras no pedimos el voto, no queremos subvenciones, no
queremos liberadas, somos lo que parecemos y parecemos lo que somos. En
el fondo, lo sabemos: lo que ofrece la lucha cansa y a veces aburre,
pero es un camino de chifladas que apuestan por la honestidad, mucho más
atractivo para quienes se han estrellado contra el sistema o han visto a
otras hacerlo que la apuesta electoral.</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">De hecho, contra lo que parecen pensar
los Iglesias Turrión y demás, un líder, en la historia de nuestra clase,
no es un buen comunicador (aunque esto ayude) que aparece mucho en los
medios y sube en los sondeos a fuerza de pulverizar a alguna cagarruta
intelectual como F. Marhuenda o E. Inda, sino más bien alguien cuyas
conductas van en consonancia con sus palabras y que, por esas acciones y
actitudes, sostenidas en distintas circunstancias a lo largo del
tiempo, encarna sus ideas y estimula a sus compañeras. Más que un
funcionamiento sin líderes, probablemente nos interese <strong>ser todas líderes</strong>
e intentar compensarnos mutuamente. Lo que sirve al comparar personas
con inquietudes políticas con aquellas otras personas que se consideran
apolíticas, insistimos, probablemente sirva al comparar a las más y las
menos activistas. No pasa de moda la consigna, atribuida a Txabi
Etxebarrieta, del «Demos todos un poco para que unos pocos no tengan que
darlo todo».</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Siguiendo con lo polémico, no vemos por qué no disputar los conceptos de <strong>democracia</strong> y <strong>poder popular</strong>.
Sabemos que el modelo de la antigua Atenas no era muy envidiable y que,
en general, asociamos «democracia» al actual sistema político, pero no
nos consta que se haya acuñado ninguna otra palabra que permita
sintetizar igual la idea de autogobierno colectivo, ni el fracaso de la
democracia llamada «formal» o «indirecta». Si algo ha contribuido a
generar malestar social y rechazo ha sido, precisamente, prometernos una
soberanía, un poder, que en la práctica nos es a la vez negado. En este
sentido, no entendemos que el poder popular consista en movilizaciones
para apoyar a gobiernos más o menos progresistas, como algunas temen,
sino en lo que vamos ganando durante todo un proceso de empoderamiento
popular cuyo objetivo no sería intimidar a sectores adversos de nuestra
clase, sino fortalecernos colectivamente al margen de las instituciones.
Respecto a cuál es nuestra <strong>clase</strong>, nos parece
interesante no definirla demasiado en función del trabajo. No es que
queramos dejar de hablar de la clase trabajadora, pero sí matizar que
este término ha ido muy de la mano de cierta moral del <strong>trabajo</strong>
que, como ya apuntábamos, ha servido para enfrentar a quienes más
seguían esa moral con quienes, en mayor o menor medida, no se la han
creído, desde quien se cuela en el transporte público o roba en el lugar
de trabajo, pasando por quien okupa o se niega a seguir pagando las
letras de la hipoteca, hasta quien vive parcial o totalmente de un
trabajo alegal o ilegal. Estas personas, de clase trabajadora en
términos generales, son a veces rechazadas como vagas o antisociales,
pese a que, si en algo consiste la conciencia de clase, no es sólo en
tener consciencia de qué lugar ocupa una en la organización social, sino
también en querer cambiarlo, querer acabar con la sociedad de clases en
lugar de resignarnos a ser víctimas. De igual modo, no entendemos que
la clase media tenga intereses opuestos, aunque muchos de sus miembros
parezcan creerlo, ni vemos por qué habría que firmar cheques en blanco a
quienes pretenden ser alcaldesas, diputadas o ministras procediendo de
la clase trabajadora o de la clase media. Es por este tipo de motivos,
como por los estados de tipo leninista –donde las dirigentes dicen serlo
de la clase trabajadora–, por lo que algunas preferimos afirmarnos como
clase dirigida, gobernada u oprimida, frente a la pequeña clase
dirigente, gobernante u opresora. No sin relación con esto, el de <strong>economía</strong>
es otro concepto que el Enemigo tiene casi acaparado. La economía, que
podría ser la administración de los recursos, está convertida en un
mundo misterioso, inaccesible y amenazante. Nos parece fundamental
recordar la diferencia ya comentada entre macro- y microeconomía y
recordar constantemente que economía también es lo que hacemos todas
cada vez que vamos a trabajar o que compramos o consumimos algo,
mientras la propiedad de sus medios más importantes está en manos de muy
pocas personas y que la acción colectiva es posible y eficaz. En este
sentido, cada huelga, cada okupación, cada desahucio parado, cada dación
en pago y alquiler social arrancados son intervenciones en la economía y
pasitos que damos hacia una democracia económica, sin la cual la
democracia política es sólo un espejismo. No es menos fundamental
recordar que toda actividad se da en la realidad, donde los recursos son
limitados, y no en el mundo virtual del capitalismo, donde el mercado
puede seguir funcionando con <a href="http://www.marketwatch.com/story/the-700-trillion-elephant-room-theres">agujeros</a> de deuda que superan toda la riqueza del mundo y donde entre la mitad y el 80% de las operaciones bursátiles las hacen <a href="http://www.enqueinvertir.com/alta-velocidad-en-las-bolsas.php">ordenadores</a>.</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Los conceptos de <strong>ley</strong> y <strong>derecho</strong>
también están en zona de contienda. Hemos aprendido a aceptarlos tal
como funcionan en la práctica, pero es que, en la práctica, la supuesta
ley es sobre todo la ley del más fuerte y el derecho, el derecho a
competir en igualdad de personas y colectivos que no tienen recursos
iguales, ni siquiera parecidos. <a href="http://www.rebelion.org/noticia.php?id=117932">Otras</a>
ya han hablado de este tema más y posiblemente mejor, así que no
abundaremos mucho: no aspiramos a gobernar a nadie disimuladamente, a
base de fuerza e iniciativa; si, al contrario, asumimos asambleas y
debates que a veces parecen interminables es porque nuestra cultura
política es de respeto, inclusión y acuerdo. Nuestras leyes no están en
boletines oficiales o sentencias, sino en acuerdos respetados y en toda
una cultura política que puede convertirse, en última instancia, en un
pacto social en el sentido en que se ha entendido los últimos siglos. En
este sentido, nunca nos cansaremos de decir que la anarquía que algunas
defendemos es la ausencia de autoridad, lo cual no implica
necesariamente el desorden o el caos y que, al contrario, en esa línea
de pacto social, es la única fuente de <strong>orden</strong> que
conocemos. «Orden» no quiere decir para nada que tenga que haber un
funcionamiento social especialmente lleno de reglas ni especialmente
estricto, pero es importante subrayarlo dada la capacidad del
capitalismo de generar caos y dada la herencia estatal que finge cubrir
el inmenso caos que genera el mercado con el relativo orden de las
reglas emanadas de sus instituciones, la vigilancia de su aparato
represivo y demás, rematado con la imagen de las dirigentes del sistema
invocando una justicia que no llegará y un orden que ni saben ni quieren
construir. En el estado de descomposición social en que nos
encontramos, los sectores más conservadores, reaccionarios o
directamente tradicionalistas buscan culpables en el dedo que señala la
Luna, pero nunca en la Luna. La inmigración, el <em>lumpen</em>, el mestizaje étnico o el relativismo cultural <em>tienen que ser culpables</em>
del desorden que perciben, incapaces como se ven de asumir la necesidad
de otra cosa. Por ejemplo, de construir entre todas un nuevo orden
económico y político desde el aquí y ahora.</span></span></div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-60768592209469205742015-08-17T17:13:00.001+02:002015-08-17T17:13:25.493+02:00Preguntas sin respuesta (II): ¿cuál es el sujeto político?<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">En la práctica, ¿existe ese pueblo
español de que nos hablan o, al menos, esos pueblos españoles? ¿Existe
ese supuesto sujeto colectivo?</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Aquí la cosa se vuelve más delicada. Las
nuevas formaciones y estructuras institucionalistas (Podemos, Guanyem
BCN, etc.) han tomado buena nota de la ola de indignación moral borrosa
de la que hablábamos y la están alimentando, sin por ello conducirla a
un revanchismo violento; más bien, la están canalizando hacia su apuesta
electoral. No obstante, esa no es una apuesta política clara y no está
agrupando a su alrededor un sujeto político claro. Pensamos que no lo
está haciendo, en primer lugar, porque existen sectores de la población
que, si bien tal vez no aplaudan las prácticas corruptas, mafiosas y
demás de quienes detentan el Poder, sí parecen estar dispuestos a
tolerarlas indefinidamente y a esperar, en el caso de quienes tienen un
partido preferido, el fin de esas prácticas. En segundo lugar, porque
esas prácticas se dan a diferente escala en todos los estratos sociales y
van trenzadas con los valores que las alimentan (egocentrismo,
autoindulgencia, materialismo), dentro de estructuras con cierto grado
de opacidad que, por tanto, las alientan en alguna medida y estamos
hablando de cosas –valores y estructuras– que no se pueden cambiar
legislando, sino que necesitan un cambio social que sería a la vez una
serie de cambios individuales. En tercer y último lugar, por las
limitaciones de las otras patas de esa mesa vagamente regeneracionista:
meritocracia y rechazo de la Transición como marco en el que nació el
régimen actual.</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">La meritocracia, muy asociada al rechazo
de la élite actual como un hatajo de vagos e incompetentes –idea
compartida incluso por la extrema derecha– y la denuncia de la
emigración y el paro juveniles está, sostenemos, demasiado vinculada a
la clase media. Entendemos que son las personas más acostumbradas a la
estabilidad (personal funcionario, trabajadores de mediana edad con
estudios superiores, etc.) quienes más tienden a rechazar la situación
actual como una estafa y a tomar la anterior a 2008 como algo aceptable
tal cual era o que necesita meras reformas y que las consignas que se
oyen desde esas nuevas formaciones institucionalistas ahondan en esa
meritocracia de arriba abajo. Desde la defensa de «que gobiernen los más
preparados» (¿cómo podrían unas cuantas personas estar preparadas para
gestionar lo de todas?), tan antigua como Platón o más, hasta
sobreentendidos mil veces repetidos en nuestra cultura, como que el
derecho a una vivienda implica el derecho a <em>comprar</em> una
vivienda o que quien más estudios tiene debe cobrar más por su trabajo,
como si tener menos cualificaciones diera descuentos a la hora de pagar.</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Algo parecido pasa con el enfoque
generacional. Es cierto que quienes tienen 58 y más años, además de
haber votado la Constitución de 1978 y haber vivido la Transición (con
todo lo que eso implica), han disfrutado en general de más y mejores
convenios y han conocido mucho más los contratos fijos y mucho menos las
últimas reformas laborales, la creciente oleada de EREs o la llamada <em>new economy</em>:
ETTs, becas de prácticas, trasvase de asalariadas al régimen de
trabajadoras autónomas, etc. Sin embargo, el paso de un modelo a otro ha
sido bastante gradual y no es sólo que la evolución de la población
española no permita el análisis generacional que se intenta importar de
otros países (Francia y EEUU, por ejemplo), sino que enfocarlo así nos
lleva a un falso conflicto: ni toda la generación preconstitucional
abrazó la Transición –o el franquismo–, ni se puede reclamar a quienes
sí lo hicieron que se retracten, cosa que a veces parece que se pretenda
y que tendría más tintes de arrepentimiento religioso que de proceso
sociopolítico. Si somos herederas de toda una historia, su crítica no
puede hacerse limitada a la Transición, ni, desde luego, al franquismo,
trauma casi obsesivo de casi toda la izquierda de la región española. El
análisis crítico del pasado, sostenemos, empieza ahora y llega tan
atrás como el conocimiento de ese pasado y está, en todo caso, al
servicio de un proyecto que también empieza ahora, proyectado hacia el
futuro. «Crítica» no es lo mismo que «reproche» y, desde luego, evitar
cometer errores del pasado con variaciones que los disimulan no es lo
mismo que consolarnos en nuestra miseria con el «teníamos razón» y el
«ya os lo dijimos». Un partido como Podemos, que corteja a los votantes
de IU pero ha evitado acercarse demasiado a su dirigencia (la de una
formación clave en el régimen del 78, no lo olvidemos), ahora que ambos
amenazan con derrumbarse, está llegando mucho mejor a los jóvenes que a
sus madres y padres… Y ¿por qué no? La audacia, la estudiada arrogancia
de los Iglesias, Errejón, Monedero o Teresa Rodríguez contra esa
supuesta casta, ¿no transmite cierta imagen de rebelión generacional?
Sin un discurso que hable de estructuras y relaciones, ¿cómo se explica
la putrefacción de liderazgos como los del PSOE y UGT (González, Chaves,
Redondo, padre e hijo…), CCOO y otros? ¿Cómo se les explica ese proceso
a quienes lo han vivido y aún no saben, o no quieren, explicárselo?</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Otro escollo importante de estas
formaciones, a la hora de encontrar un sujeto al que dirigirse, es su
nacionalidad. Podemos ha nacido en el ámbito estatal y las demás
formaciones a que nos referimos, en el municipal. Ahora bien, si la
hegemonía del relato oficial se está tambaleando, como decíamos en el
texto anterior, y lo está haciendo más en el País vasco y, sobre todo,
en Cataluña, ¿cómo posicionarse? La cultura política de la izquierda es
más partidaria del derecho de autodeterminación y la española, del «esto
siempre ha sido así». Si no se quiere disgustar a posibles electores,
lo cómodo en Cataluña es una cosa y en la mayor parte del estado, la
otra. Por más que provengan de la izquierda, los ideólogos de Podemos no
quieren ser <em>esos progres locos que se mean en la sopa</em> y, allá
donde vive en torno al 75% de sus posibles votantes, así es como se les
puede percibir cuanto más hablen de federalismo, derecho de
autodeterminación o de una soberanía que no sea española o europea.
Además, no pueden descalificar como «casta» al bloque soberanista
catalán porque este incluye a las CUP, criticable sin salir del tono que
estamos siguiendo, pero cuya credibilidad crítica, rupturista y
democrática es innegable. Nos guste o no en el resto de la región
española, lo que ocurre en Cataluña es, aún más que en otras partes, un
proceso destituyente y también constituyente, que se solapa con el de
ámbito español, pero que se articula allí en un sentido más nacional.
Particularmente, nos parece un proceso destituyente de la incomprensión y
hostilidad españolas y del expolio fiscal, así como constituyente de un
escenario de alguna posibilidad de cambio, con lo que eso implica de
apertura. A nadie se le escapa que el papel que pueden jugar tanto las
CUP en lo institucional como los sectores afines o más autónomos en la
calle es muy limitado, pero esa extraña alianza nacional-popular
interclasista, a la hora de tomar posiciones en el marco que salga de
este proceso, puede beneficiar a cualquiera de sus dos polos. Dentro del
bloque soberanista, en cada momento se irá viendo si parece que la
élite convergente ha utilizado a los sectores populares para fortalecer
sus posiciones o ha sido al contrario.</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">En cualquier caso, ambos procesos, la
emergencia de formaciones como Podemos a escala española y la posible
hegemonía soberanista en Cataluña, están funcionando en la medida en que
están siendo motores de ilusión. No obstante, la sensación de que algo
esté cambiando parece ser mucho más importante que el que esa sensación
corresponda a un cambio real o que el que ese posible cambio se
contemple de manera pasiva en vez de ser algo de lo que una pueda
realmente participar.</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Hasta este momento, hemos obviado a
quienes, como el autor de este texto, no votan pero tienen posiciones
políticas y hablado de los sectores con distintas preferencias
partidistas, hemos considerado a la clase media y a buena parte de la
clase trabajadora, hemos hablado de jóvenes y de no tan jóvenes y, sin
embargo, aún quedan muchas personas, ¿quiénes son? Son las
abstencionistas pasivas. Hablamos de un sector quizá minoritario, pero
muy significativo, cuyas posiciones políticas y morales son
desconocidas. Se les oye hablar en algunas barras de bar, en tertulias
de sobremesa, corrillos de jubilados y conversaciones de transporte
público o ascensor y tienen el poder, como cualquier otro, de tomar
posición, de cara a las elecciones como el resto del tiempo. Y su
posición, para quienes se presentan a las elecciones como para quienes
no lo hacemos, se resume en «no, casi nada, casi nunca».</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Si hay perfiles difíciles, el de estas
personas es de los más difíciles. No vamos a aventurarnos en la
sociología de andar por casa más de lo que ya lo hemos hecho; no
obstante, y por descarte, sí nos atreveremos a esbozar una cosa: una
parte importante de ellas pueden estar en los sectores que menos nos
gustan de nuestra propia clase. Nos referimos a aquellos sectores quue
suelen ser clasificados como una especie de subcultura (los <em>canis</em> de aquí, relativamente equivalentes a los <em>chavs</em> británicos o incluso a los <em>beaufs</em> franceses o la <em>white trash</em>
estadounidense). Sectores que viven en barrios populares o incluso en
barriadas periféricas de la última hornada y de los que casi todo lo que
se percibe es despreciado por uno u otro motivo: sin conciencia de
clase, sin costumbre de analizar su realidad en términos políticos, ni
de analizar casi nada en casi ningún tipo de términos, tan reproductores
de la cultura dominante (con su machismo, consumismo y demás) como el
que más, incluso un poco más permeables al discurso ultraderechista que a
cualquier otro, ruidosos y molestos en sus formas, a menudo acusados de
depender más que nadie del asistencialismo o de ser <em>lumpenproletariado</em>
(con el estigma moralizante que ambas cosas implica)… Estos sectores,
si no son los únicos que se niegan a ocupar ningún papel político, sí
son emblemáticos en este sentido: por su abundancia, por su evidente
carácter proletario pese a todo y por ser, a menudo, satanizados por
todo izquierdista más o menos culto y de clase media (o que se cree de
clase media). Hacer de ellos votantes parece difícil, aunque no tanto
como conseguir convertirles en activistas, pero de nuevo ¿hasta qué
punto tiene sentido para estas personas el populismo meritocrático y
vagamente keynesiano de Podemos y similares? El discurso anticorrupción
de estas formaciones resistirá el tiempo que sus cargos públicos
resistan la tentación de abusar de esos cargos, pero ¿qué más tienen?
¿El aumento de la inversión en educación? ¿Palmadas en el hombro a la
clase media, propuestas de resistencia a estructuras (FMI, BCE) que
muchas de ellas conocen poco o nada, alusiones –no menos oscuras– a la
inversión en I+D o el fortalecimiento del tejido productivo?</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Ni todos los llamados <em>canis</em> son pasotas políticos ni mucho menos todos los que pasan de lo político son <em>canis</em>,
pero son el emblema de los límites de todas las izquierdas,
institucionales o antiinstitucionales, y del gran problema de todo
proyecto de auténtica democracia: la falta de aspirantes a demócratas.
No es tanto que la voluntad popular esté fragmentada por tendencias
sindicales o políticas, ni mucho menos por religiones o algo así, es que
hay más apatía popular que voluntad popular. No hay revolución si nadie
quiere ser revolucionario, no hay república si nadie quiere ser
ciudadano y ni siquiera hay sociedad si nadie quiere ser un agente
social. A día de hoy, y por más que queramos pensar que estas nuevas
fuerzas son, no una revolución, pero al menos un posible cambio de
hegemonía hacia la izquierda, los hechos nos obligan a ser muy prudentes
incluso con esta última posibilidad. El gran crecimiento de Podemos
como partido parece haber tenido una parte de moda política y, más aún,
el ritmo de las elecciones, los sondeos y las tertulias de las TVs
parece llevar inevitablemente a un crecimiento donde la cantidad prima
sobre la calidad. Así, Podemos no tiene tiempo ni para evitar reproducir
lo que intenta en teoría combatir: aun en el cénit de su espiral de
entusiasmo (otoño de 2014), la abstención de los socios (las personas que
en otras organizaciones serían llamadas «afiliadas») en su congreso fue
de casi el 50%. No es menos elocuente que hayan asumido, y lo han dicho
abiertamente, un hiperliderazgo para fomentar su capaz de
desestabilizar formalmente el régimen; no está claro cómo pretenden que
ese empoderamiento de su liderazgo se convierta en empoderamiento de
todo su partido y de toda la población, ni cómo quieren evitar, en
definitiva, el evidente riesgo de que esa desestabilización sólo sea
formal.</span></span></div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-43416189326632452272015-08-17T17:06:00.002+02:002015-08-17T17:06:53.624+02:00Preguntas sin respuesta (I): a vueltas con el relato político<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">La irrupción de Podemos, en enero de 2014 y tras el manifiesto <i>Mover ficha</i>, y la de Apoyo Mutuo, el pasado febrero y tras Procés Embat y el manifiesto <i>Construyendo pueblo fuerte para posibilitar otro mundo</i>,
tienen más en común de lo que parece. Lo que parece, y cómo no estar de
acuerdo, es que hay en la región española un malestar social con el
actual estado de las cosas que no es una colección de malestares <i>personales e intransferibles</i>
y que va más allá de las diferencias que separan a unos partidos
institucionales de otros. Un malestar muy visible desde el 15 de mayo de
2011 y que, en lugar de desaparecer, ha tomado formas diferentes según
las decisiones colectivas y personales tomadas desde entonces: se han
creado asambleas barriales y locales, se han creado asambleas de
vivienda y nuevas PAHs, fundado nuevos ateneos, creado nuevas radios,
recibido nuev@s activistas en proyectos que ya existían, etc. Y se ha
visto cómo esos proyectos perdían rapidamente una parte de esas personas
y cómo conservaban otras, que consolidaban una parte de lo construido.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Pero todo eso, decíamos, es lo que parece que tienen en común, no lo
único. La irrupción de Podemos, considerada en muchos sentidos un éxito,
tiene que ver con su contexto, pero también, claro, con la iniciativa
de un grupo de personas muy vinculadas a la universidad (a la
universidad en general, y a la Universidad Complutense de Madrid en
particular) y a la fundación CEPS y, sobre todo, con la de los tres
politólogos más famosos de Somosaguas, hoy día: Pablo Iglesias Turrión,
Juan Carlos Monedero e Íñigo Errejón. Estos tres profesores tenían
algunas hipótesis sobre lo que se podía hacer en su panorama político y
nos parece muy interesante comparar lo que ellos mismos han dicho a este
respecto en las entrevistas que se les han hecho en los grandes medios
de comunicación –y, sobre todo, en las cadenas de televisión en las que
participan más habitualmente, HispanTV y la desaparecida Tele K– con el
recorrido que ha tenido su partido en este tiempo y las hipótesis que
parecen guiar al proceso de convergencia popular del Procés Embat y
Apoyo Mutuo. Contrastar las preguntas planteadas y las respuestas dadas
será el objetivo de los dos textos que seguirán al presente, ya que este
pretende poner las bases del tema y desarrollar uno de sus conceptos
principales.</span></span><br />
</div>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Hay dos conceptos que se pueden oír regularmente en boca de algún
ideólogo de Podemos y rara vez en boca de nadie más, hablamos de <i>hegemonía</i> y, sobre todo, de <i>significantes flotantes</i>.
Hay otro concepto que no se les suele oír, pero que está, nos parece,
igual de presente en sus planteamientos y en los de l@s compas que están
impulsando ese proceso de convergencia popular. Ese concepto que
consideramos casi invisible y muy presente a la vez es el a menudo
llamado <i>storytelling</i> o, simplemente, <i>narrativa</i> o <i>relato</i>,
en versión no mucho más clara, pero al menos más castellana. Es este
concepto, o la realidad a la que se refiere, mejor dicho, donde queremos
adentrarnos en este artículo.</span></span><br />
</div>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Para poner todo esto aún más claro, las
preguntas son: ¿quién podría cambiar el estado de las cosas (lo que
llamaríamos el sujeto colectivo de ese hipotético cambio)? ¿Qué tipo de
mensaje podría favorecer que se formara, a su alrededor, ese sujeto
colectivo? ¿Cuál sería el relato de cómo hemos llegado hasta aquí, de
dónde estamos y dónde sería posible, necesario y deseable ir? ¿Qué
conceptos serían los fundamentales a la hora de explicar ese relato y
construir ese mensaje?</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">A nuestro juicio, la narración dominante
se ha basado en el sujeto individual, un supuesto ciudadano que vive en
un orden en el que lo económico y lo político aparecen como ámbitos
separados. En lo económico, quien tiene éxito se lo merecería, quien <em>se apaña</em>,
también y quien fracasa, o no se esfuerza o es un caso extremo y
aislado de mala suerte que pueden paliar las llamadas ONG (cuya
dependencia de las subvenciones a veces las convierte más bien en <em>organizaciones un tanto gubernamentales</em>).
En lo político, y siempre según el relato hegemónico, el supuesto
ciudadano tiene derecho a votar a quien le plazca en cada ocasión
electoral, derecho que ejercen, por lo general, una porción de l@s
llamad@s a las urnas que está entre la mitad y dos tercios. Insistimos
en lo de «supuesto» porque cualquiera que conozca lo que los padres del
liberalismo político (Locke, Kant) entendían por ciudadanía (libertad,
igualdad e independencia) estará de acuerdo en que el porcentaje de
ciudadanos no llega seguramente ni al 1% del total de la población; el
resto, dependientes de quien nos paga en cada momento y del mercado en
general, somos meros siervos, más caros o más baratos. Dentro de este
relato, existen una serie de rasgos disfuncionales que son percibidos
como positivos (¿por qué se pueden votar candidatos para que tomen
medidas, pero no esas mismas medidas? ¿por qué en un sistema que pregona
la autonomía moral como base de la responsabilidad el voto no sólo no
necesita ser argumentado, sino que es secreto hasta lo sagrado?). Estas y
otras disfunciones nos parecen evidentes, pero las menos claramente
políticas las mencionaremos más adelante y algunas de las otras ya
aparecen en <a href="http://conspiracionparamatareltiempo.blogspot.com/2011/10/que-son-y-que-no-son-los-partidos.html">este</a> texto, del autor de estas líneas, sobre los partidos políticos en su contexto histórico e incluso en <a href="http://conspiracionparamatareltiempo.blogspot.com/2013/07/propaganda-ii-la-opinion-publica.html">este</a> fragmento de <em>Propaganda</em>, libro donde Edward Bernays defiende las elecciones y a los líderes electos mientras da la democracia por imposible.</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">En Cataluña, este relato no ha sido
subvertido porque, pese a cierta especificidad cultural, esta era
bastante inocua (no hacía daño a las instituciones) y ello por dos
motivos. El primero es que gran parte de esa singularidad cultural
catalana con respecto al resto del estado ha consistido en hablar una
lengua propia y tener una historia con referentes propios (los condados
catalanes medievales, su papel en la historia del reino de Aragón,
instituciones catalanas, resistencia a los proyectos centralizadores),
pero no existía un proyecto colectivo propio incompatible con la España
postfranquista. Si había culturas propias en tiempos premodernos y
modernos, la apisonadora liberal se encargó de desarraigar y aculturar
enormemente a cada vez más gente y, dentro de la región española,
Cataluña fue vanguardia. Eso la pondría a su vez a la vanguardia de la
resistencia obrera –toda una gesta, sin duda–, pero aquí estaríamos
hablando de una resistencia política que aún no ha conseguido derrotar
al binomio mercado-instituciones y desarrollar una cultura propia. Tras
el franquismo, lo hegemónico en Cataluña ha sido convivir bien con el
resto del estado, en la medida en que la hostilidad de este hacia esas
instituciones, historia y lengua propias no eran muy fuertes, y sostener
algún que otro pulso en torno a ellas y a los distintos modos de
gestionar la participación fiscal catalana en el estado.</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">En el caso del País vasco peninsular,
entendemos que el soberanismo, pese a ser históricamente más fuerte,
tiene otros ritmos. En una dinámica distinta al promedio del estado por
el mayor grado de violencia (material, anímica y psicológica) y de
movilización política, los últimos años no han sido tanto de despegue
soberanista –que sería el caso catalán– como de normalización en lo que
respecta a su conflicto armado y, si hay cierta acumulación de fuerzas
soberanistas, entendemos que sus efectos se notarán más en el futuro,
una vez que esas tensiones se vayan considerando superadas, que en lo
inmediato.</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Por todo ello, y con los matices
expuestos, hay extensos sectores de la población que defienden la
cultura política moldeada durante la llamada Transición, pactada entre
sectores franquistas (protagonistas de un régimen de terror en los que
la clase trabajadora alcanzó, no lo olvidemos, ciertas cotas de poder
colectivo en las calles y fábricas) y antifranquistas: tenemos derechos
efectivos (tenemos un derecho a la vida respetado, pues la policía no
nos mata a tiros por las calles ni hay pelotones de fusilamiento,
tenemos un derecho efectivo a la seguridad, ya que no se ven mujeres
rapadas a la fuerza ni se obliga a nadie a cantar ningún himno, etc.),
tenemos libertades reales, puesto que hay escenas de desnudo en las
películas y se pueden tirar puyas al presidente en los <em>media</em>, y
los políticos se ocupan de la política, si no nos gustan, podemos
cambiarlos dentro de cuatro años, como mucho. Este marco ha permitido, a
su vez, aceptar cuanto viniera después como no directamente político y
como una fatalidad: si había que destruir la mayor parte del tejido
industrial (en un estado en que la industria era el primer sector de la
economía), quienes no se veían directamente afectad@s, por lo general,
lo aceptaban; si la heroína proliferaba, si todas las drogas recreativas
proliferaban en un enorme mercado cuyos consumidores tendían antes o
después a delinquir para conseguir más dinero, se aceptaba con resignado
fatalismo o se exigía mano dura; si esto llevaba a un aumento de la
población penitenciaria superior al 450% (compárense las cifras de 1983 a
2008, y sólo median 25 años), a un clima de guerra civil larvada dentro
de la propia clase oprimida y a una competición entre los principales
partidos políticos por ser el más duro con l@s delincuentes –que no con
la delincuencia–, se aceptaba como parte de la normalidad; si como
resultado de decisiones claramente políticas –la entrada en el proceso
de convergencia europea y, más adelante, en el euro–, se producía un
demencial aumento de los precios (<a href="http://www.ocu.org/dinero/nc/informe/10-anos-del-euro-precios-que-suben-y-no-bajan565514">calculada</a>, para el periodo 2002-2012, en un 48% en la alimentación y un 66% en la vivienda, entre otros), se aceptaba.</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Nada de esto subvirtió el relato oficial;
al contrario, parte de los trabajadores y de la clase oprimida en
general se refugió en un moralismo ambiguo: «nosotr@s hemos trabajado
cuando ha habido que trabajar», «nosotr@s hemos luchado cuando ha habido
que luchar», «est@s jóvenes sólo viven para sí mism@s», etc. Moralismo
individual que ha ido de la mano de la retirada de lo colectivo o, como
mucho, de la mano de un exilio interior hacia un asociacionismo
despolitizado (asociaciones de vecin@s, de ocio, etc.) y/o hacia la
militancia en organizaciones sistémicas (PCE, luego IU, CCOO, UGT). La
enorme ampliación del sector servicios de la economía, en un momento en
que las organizaciones de referencia estaban matando su credibilidad
(como en los casos de CCOO, UGT o USO) o su visibilidad (como la CNT,
mucho más minoritaria, además de criminalizada y ridiculizada) y con los
factores ya mencionados en contra han hecho que tampoco exista un
contrapeso sindical ni haya existido una memoria colectiva transmitida
en el centro de trabajo o en organizaciones de referencia. Para colmo,
la aparición de sectores de la clase trabajadora cada vez más precarios
(competencia a la baja, ETTs) no ha impedido la persistencia de sectores
de ese mismo proletariado y de la clase media mucho mejor remunerados,
favoreciendo actitudes insolidarias, meritocráticas y demás.
Ciertamente, ni el anarcosindicalismo ni el movimiento autónomo supieran
evitar su dispersión entre el <em>ghetto</em> político y la falta de
referentes colectivos, y sólo el llamado movimiento de liberación
nacional vasco, restringido a un territorio muy concreto, se negó a
aceptar el relato oficial de la Transición y contribuyó a que el
conjunto de la población de aquella zona lo normalizara menos que la del
resto del estado.</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Es en todo este contexto ideológico en el
que hace aparición el que parece, a día de hoy, el único relato capaz
de disputar la hegemonía al que hemos expuesto. Nos referimos al que ha
aflorado con la crisis macroeconómica de los últimos siete años y que
está basado en un moralismo ambiguo que sólo entronca en parte con el
anterior. Un relato que habla de un@s «culpables de la crisis», que
serían un puñado de banqueros y especuladores, o, como mucho, de una
difusa «casta», «jauría» o unas «clases extractoras», un poco más
amplias, que incluirían a sectores de la política profesional,
dirigencia empresarial e incluso poder judicial, con quienes el
problema, en todo caso, sería su insaciable codicia y su ambición de
poder en general. Frente a esto, hay una reacción moral (y se habla,
pues, de «los indignados») y, dado el endiosamiento de la élite
española, esta reacción, y la intensidad con que se vive en el contexto
de apatía ambiental existente hasta el 15-05-11, hace que el mero hecho
de reaccionar se considere una primera gran victoria: del «sí se puede» a
un «podemos», adaptación del slogan electoral de Barack Obama (un
carismático conservador para consumo de muchos progresistas) y a una
supuesta <em>spanish revolution</em>… (¡!). Con una clase oprimida en la
que imperan l@s adult@s nacid@s a partir de 1958 -que no han votado,
por tanto, la constitución vigente-, much@s de l@s cuales ni siquiera
hemos vivido esa transición que hace de mito fundacional, un sector,
además, del que much@s no tienen el poder adquisitivo de sus padres ni
creen poder aspirar a él, pese a tener un nivel de estudios medio que es
superior al de est@s y a haber creído que esos estudios les darían
trabajos mejor remunerados y más satisfactorios, una capacidad de
acceder a una vivienda notablemente más baja que la de sus padres y que
está viviendo cierta emigración a otros estados, se ha abierto algo de
paso la idea de que esa codicia sin escrúpulos de un@s poc@s ha puesto
todo patas arriba y que se impone algún tipo de renovación o
regeneración de la élite. No deja de ser interesante cómo esto es
enfocado de distintas maneras, desde una mera búsqueda de una mayor
eficacia, por haber quedado la élite anterior obsoleta o por otros
motivos, hasta una purga un tanto revanchista, y cómo el término
«regeneración», tan vinculado a la crisis de 1898 y a un
regeneracionismo todavía hoy disputado desde corrientes antagónicas,
reivindicado por partidos del sistema durante años, sigue apareciendo de
vez en cuando.</span></span></div>
</div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-67823089336163742222015-07-21T15:06:00.001+02:002015-07-21T15:23:43.328+02:00Catorce años y un día<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Parece increíble que hayan pasado ya catorce años desde la muerte de Carlo Giuliani en Génova, catorce años y un día, como una condena. Y catorce años desde el asalto a la Escuela Díaz.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Nosotr@s, que tuvimos por comadrona a la desindustrialización, que fuimos bautizad@s por</span></span><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"> los GAL con </span></span></span></span><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">pasotismo</span></span></span></span> en vez de agua bendita mientras quemaban heroína en los incensarios, entre los gritos de </span></span><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">los estibadores en lucha</span></span>. Nosotr@s, que hicimos la comunión en centros sociales okupados bajo la protección de nuestros hermanos insumisos y antifascistas. Nosotr@s nos confirmamos aquel verano de 2001 comiendo el cuerpo de Carlo y bebiendo su sangre en cálices de plástico.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Recuerdo que el Poder no tocó el órgano: puso por música los gritos policiales de la Díaz, el crujir de costillas y extremidades de nuestr@s compañer@s, sus dientes rotos, los electroencefalogramas monitorizando cerebros en coma, las sirenas, los sollozos de terror. Yo iba a cumplir 18 años, Carlo era mayor, tenía 23. Ahora yo soy el mayor de los dos: voy para 32 y Carlo sigue teniendo 23, eternamente 23. El Enemigo congela a l@s muert@s en el tiempo y convierte su inmortalidad en la prueba de que el tiempo pasa.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Bien, pues no nos hemos rendido, no hemos dejado que la amargura ni el odio nos consuman, ni nos hemos ablandado. Seguimos aquí y vamos a por todas. Tomad nota, porque vamos tan en serio que vamos a desmontar todo este tinglado sin guillotinas, sin paredones, sin linchamientos. Llevamos en la sangre las caras y nombres de nuestr@s muert@s, nuestr@s suicidad@s, nuestr@s deprimid@s y no recuperad@s. Tomad nota porque, por tod@s ell@s, estamos tan viv@s y llen@s de vida que lo peor que haremos con vuestras cabezas es llenarlas de asombro.</span></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUbkc74dMhp_rMH1E5OQsMB6qSTwTmolDTaIEdweo-UK5Q_T7n-ufnDcM-QGMS78J0jaoafsm5eyCk7M94WLmwhL8M_ouq9cu4iLzej7BzWIUXob4BX09U-9u-g_jGpgKPidLgzSPEPl0/s1600/Carlo_Giuliani.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="138" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUbkc74dMhp_rMH1E5OQsMB6qSTwTmolDTaIEdweo-UK5Q_T7n-ufnDcM-QGMS78J0jaoafsm5eyCk7M94WLmwhL8M_ouq9cu4iLzej7BzWIUXob4BX09U-9u-g_jGpgKPidLgzSPEPl0/s320/Carlo_Giuliani.jpg" width="320" /></a></div>
</div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-15011601539520162272015-06-11T10:37:00.000+02:002015-06-11T01:52:14.951+02:00Nuestros desaparecidos<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">La conflictividad armada en la España de finales del franquismo y de la llamada «transición» está muy lejos de la violencia extrema del franquismo de posguerra e incluso de la que se vivió, más o menos en los mismos años de <i>nuestra transición</i>, en un país como Argentina. Y, pese al nivel de violencia, y a que no fuera bilateral, el número de personas desaparecidas está muy por debajo de los miles de Argentina o de las más de cien mil de la España del primer franquismo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5qp5ep82u7x_xomYiRa2NGGl54MYswCefAtqkInMQVM18_BrQh1kI27gVGp80YVKPDBntnEpxZcZCc-YCSt0rL8026rd1y0A3IXX5Yx8ZjCJDO0_g_x3sZ8X0xdMPrDJJG046IJuzK_o/s1600/lasa_y_zabala.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5qp5ep82u7x_xomYiRa2NGGl54MYswCefAtqkInMQVM18_BrQh1kI27gVGp80YVKPDBntnEpxZcZCc-YCSt0rL8026rd1y0A3IXX5Yx8ZjCJDO0_g_x3sZ8X0xdMPrDJJG046IJuzK_o/s320/lasa_y_zabala.jpg" width="320" /></a><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">No obstante, hasta nueve personas desaparicieron en puntos del País Vasco francés cercanos a la frontera española, entre 1973 y 1983, por causas que, según el caso, están o podrían estar relacionadas con la política española.</span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">¿Hablamos de desaparecidas políticas? En los dos últimos casos (José Antonio Lasa Arostegi y José Ignacio Zabala Artano, en octubre del 83) es seguro que sí, como es seguro que la autoría del crimen fue estatal.</span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">En los otros siete, ni una ni otra cosa son seguras, pero la motivación política parece probable y el olvido de las víctimas nunca es una opción.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTNfeiZWUpr7tI-5abhNGD4Ken9rV8OUU4cL8Y7RDXxDE1ZrpKlJ8gRIggUgOLsyOphLVWhgIHxIFd__fy4JCvEgj-CYEwmAcwinAIzYTiEwsidJ4XyxjT73I_2Bkyrvan3zUuDnuOAY0/s1600/Fouz+Escobero%252C+Garc%25C3%25ADa+Carneiro+y+Fernando+Quiroga+Veiga.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTNfeiZWUpr7tI-5abhNGD4Ken9rV8OUU4cL8Y7RDXxDE1ZrpKlJ8gRIggUgOLsyOphLVWhgIHxIFd__fy4JCvEgj-CYEwmAcwinAIzYTiEwsidJ4XyxjT73I_2Bkyrvan3zUuDnuOAY0/s400/Fouz+Escobero%252C+Garc%25C3%25ADa+Carneiro+y+Fernando+Quiroga+Veiga.jpg" width="400" /></a></div>
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<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Las tres primeras son las de José Humberto Fouz Escobero, Jorge Juan García Carneiro y Fernando Quiroga Veiga, tres jóvenes trabajadores gallegos emigrados a Euskal Herriak. Se les pierde la pista el 24-III-73 y, desde entonces, es como si se los hubiera tragado la tierra. El ex-etarra arrepentido Juan Manuel Soares Gamboa y el agente secreto español conocido como <i>Lobo</i> o <i>Mikel Lejarza</i> aseguran haber oído a etarras hablar de la muerte de aquellos jóvenes, de quienes se habría sospechado que pudieran ser policías españoles después de coincidir en un bar de música. Hay versiones distintas: según una, un primero habría muerto por las heridas recibidas en una pelea en el bar y su cuerpo habría sido despeñado por un acantilado; luego, </span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">sus dos acompañantes habrían sido llevados a un lugar donde se les habría interrogado (torturas incluidas) antes de matarles. Según la otra versión, esto último habría ocurrido con los tres.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">De quienes podrían desmentir o confirmar esto, Tomás Pérez Revilla fue asesinado por los GAL once años después y ninguno de los demás ha querido hablar. </span></span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl9NZYHs7jwbV3Zo862HAnKm3xQ8ZFWZ5SY4Th23Se1RErcQgkfRaPhZ6amcIGUuNQic8Ou8selHkPfyLH0nIL-Qovk9v9QGsBCTk_gsSYHuUOhU1jBG8E-otpXHYU1UlCPhFJ8bXk5Qc/s1600/Gonz%25C3%25A1lez+Ituero+y+Mart%25C3%25ADnez+Mart%25C3%25ADnez.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl9NZYHs7jwbV3Zo862HAnKm3xQ8ZFWZ5SY4Th23Se1RErcQgkfRaPhZ6amcIGUuNQic8Ou8selHkPfyLH0nIL-Qovk9v9QGsBCTk_gsSYHuUOhU1jBG8E-otpXHYU1UlCPhFJ8bXk5Qc/s1600/Gonz%25C3%25A1lez+Ituero+y+Mart%25C3%25ADnez+Mart%25C3%25ADnez.jpg" /></a></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">A mitad del marco temporal que nos ocupa, los policías Jesús María González Ituero y José Luis (o Jesús, según la versión) Martínez Martínez estuvieron desaparecidos desde el 4-IV-76 hasta el 18-IV-77, en que fueron hallados sus cadáveres en la paradójicamente llamada playa de la Chambre d'Amour, en Angelu. Tenían uno y dos orificios de bala y mutilaciones en los dedos (desconocemos si podría tratarse de señales de tortura, como se afirma desde algunos medios de comunicación).</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
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<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"> </span></span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2Md3aQW6HTU-lIoh34Bay1vhMSB1YCvY1KfT9-Xn3ig5wcpioN3ibOM3eoOUrJL-Af9My97GUmANKuSxN80JGyCtPSc0wg2sqgvTSRWJJ1ri3VF2adpXhNc1hSOcWrlexSAuKMmoR4QA/s1600/Pertur.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2Md3aQW6HTU-lIoh34Bay1vhMSB1YCvY1KfT9-Xn3ig5wcpioN3ibOM3eoOUrJL-Af9My97GUmANKuSxN80JGyCtPSc0wg2sqgvTSRWJJ1ri3VF2adpXhNc1hSOcWrlexSAuKMmoR4QA/s200/Pertur.jpg" width="170" /></a><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Por último, intercalados en este marco, dos casos de nuevo sin cadáveres y con doble posibilidad de motivación política. Nos referimos a las de Eduardo Moreno Bergaretxe, alias <i>Pertur</i>, y José Miguel Etxeberria Álvarez, alias <i>Naparra</i> o <i>Bakunin</i>.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><i>Pertur</i> está considerado la principal cabeza pensante de ETA-(p-m), que dejaría las armas unos años después, y se le pierde la pista el 23-VII-76. A favor de la hipótesis paraestatal está el que su desaparición fuera reivindicada por el BVE (Batallón Vasco Español) y, sobre todo, la investigación del juez italiano Giovanni Salvi. Este investigó las conexiones de un sector del neofascismo italiano (Ordine Nuovo) con las autoridades italianas, españolas y chilenas y sospechaba que era <i>Pertur</i> la persona que, según los ultraderechistas </span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Sergio Calore </span></span>y Angelo Izzo, había sido drogada y secuestrada en Francia para ser entregada a la policía española, quien a su vez la interrogaría (de nuevo, torturas incluidas) en una masía de Barcelona, la asesinaría y haría desaparecer el cadáver. Calore apareció muerto, apalizado y degollado, en octubre de 2010; Izzo sólo sabía lo que le había contado </span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Pierluigi Concutelli y este no ha dado datos más concretos que permitan localizar el cuerpo o avanzar en algún otro sentido.</span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Más aún, Marta Bergaretxe, la madre de <i>Pertur</i>, fue secuestrada precisamente a principios de abril del 76 por policías españoles cuando iba a cruzar la frontera para ver a su hijo. Decimos «secuestrada» porque ni se le acusó de nada, ni se la custodió en comisaría: se la encerró en el domicilio particular de Eduardo López Maturana, comisario de policía Irún, durante tres días. Hacía unos días que habían desaparecido los policías González Ituero y Martínez Martínez y, a la vez, se agotaba el ultimátum dado por ETA-(p-m) a la familia del </span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">empresario </span></span>Ángel Berazadi, al que habían secuestrado, para pagar el rescate pedido. Hubo quien dijo que con este movimiento inexplicado la policía intentaba llegar a <i>Pertur</i> para conseguir a Berazadi vivo y hubo quien dijo (concretamente, el abogado Maurice Abeberry y el diario <i>Unidad</i>; también reconoció que se había valorado esta posibilidad el subcomisario José Amedo) que se trataba de conseguir rescatar vivos a los policías desaparecidos. En cualquier caso, no consta que el servicio secreto hiciera ninguna investigación sobre el paradero de Pertur y parece que se limitaron a dar por buena la segunda hipótesis. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">A favor de esta otra, a saber, la de que fueron compañeros suyos de ETA-(p-m) quienes le <i>desaparecieron</i> –más concretamente, Francisco <i>Pakito</i> Múgica y Miguel Ángel <i>Apala</i> Apalategi, miembros de los <i>komando bereziak</i> o comandos especiales de esa organización–, está el que estos ya le hubieran arrestado tres meses antes, en un contexto de tensiones por matar o no matar a Berazadi, e impedido así asistir a una reunión de la dirigencia de su organización. Su entonces pareja también asegura que <i>Pertur</i> vivió esos últimos meses entre sospechas por parte de sus propios compañeros y el consecuente malestar. Igualmente, uno de sus entonces compañeros, Juan José Gurrutxaga, asegura haber visto cómo, sorprendentemente, los líderes de los <i>bereziak</i> no mostraban interés por conocer el paradero de Moreno. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_y6Q_EcSWsPfDXKN9whDKBbQNr1097wYwNrRGM1QOTNcaavYYIVkxxNiiJ5nCdEZ3xx9j17Nw9hUU4LRieE6A82THuFhTzsXR0Pqcoi_NfGcPL1hNBF3NG6akPPAhgbcMNp4EEbvf_7k/s1600/Naparra.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_y6Q_EcSWsPfDXKN9whDKBbQNr1097wYwNrRGM1QOTNcaavYYIVkxxNiiJ5nCdEZ3xx9j17Nw9hUU4LRieE6A82THuFhTzsXR0Pqcoi_NfGcPL1hNBF3NG6akPPAhgbcMNp4EEbvf_7k/s200/Naparra.jpg" width="156" /></a></div>
<br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">En el caso de <i>Naparra</i>, hablamos de un ex-miembro de los <i>komando bereziak</i> y miembro de los Comandos Autónomos Anticapitalistas, y no de uno cualquiera. Si bien los CAA evitaron centralizaciones ejecutivas o ideológicas, sí designaron, por motivos prácticos, una persona que se ocupara de cuestiones logísticas como conseguir las armas. Esa persona, hasta su desaparición, hace hoy 35 años, fue <i>Naparra</i>. No obstante, fue precisa y </span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">probablemente</span></span> esa responsabilidad lo que le puso en el disparadero; otra cosa es quién lo barrió de la faz de la tierra. La <i>hipótesis etarra</i> dice que miembros de ETA-(m), en competencia abierta con los CAA –competencia en la que los autónomos, de todos modos, iban perdiendo– querían golpear directamente a los autónomos; en este sentido apunta el comunicado que los propios CAA emitieron al mes de la desaparición de Etxeberria y donde insinuaban que lo mismo podía haber pasado </span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">cuatro años antes </span></span>con Pertur. Según algunas fuentes, además, <i>Naparra </i>se valía de contactos (¿algún </span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">traficante de armas?</span></span> nunca se ha precisado) que también colaboraban con ETA-(m) y el día de su desaparición habría tenido una reunión con representantes de esta última organización a la que habría ido con la misma actitud de discusiones anteriores: no iba a renunciar a esos contactos y no iba a dejar parte de sus actividades para así reducir sus riesgos y comprometer menos a esos contactos.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">La hipótesis paraestatal señala que aquel no sólo fue el momento de máxima actividad etarra, de los CAA, etc., también del entramado parapolicial que solía usar el nombre de BVE (aunque otras veces fuera AAA, OAMAS, etc.). Se suele pensar que toda la actividad de estos grupos iba contra ETA-(m) y organizaciones cercanas (HB y demás), pero hubo ataques contra locales y personas vinculados al PCE-(r), Joven Guardia Roja, CNT o ETA-(p-m) VIII asamblea, por citar sólo algunos. En el caso de los CAA, parece mucha casualidad que los GAL mataran </span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">el 1-III-84 </span></span>a Jean-Pierre Leiba, trabajador de la SNCF (ferrocarriles franceses) sin adscripción política conocida, pero compañero de trabajo de Pedro Isart, <i>Pelitxo</i> (con quien podrían haberle confundido), activista de los CAA que supuestamente había participado en la muerte de Enrique Casas una semana antes y que sería asesinado junto a tres de sus compañeros tres semanas después en la bahía de Pasaia (cuádruple muerte por la que aún no ha habido juicio).</span></span><br />
<br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">El sucesor de Naparra como proveedor de los CAA, por cierto, también hab</span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">ría </span></span>figurado como objetivo de los GAL en sus primeros tiempos, sin haberse llegado a consumar este plan. Nos referimos a José Luis Salegi, <i>Txipi</i>, que seguiría huido el resto de su vida y que fuentes policiales resituaron varias veces en el disparadero a lo largo de la década de 1990 como el supuesto portavoz de los autónomos clandestinos y presos en sus supuestos contactos con ETA-(m) para unírseles, ya fuera en sus campañas de atentados o en un hipotético proceso de paz que aún no se consumaba. En las semanas que siguieron a la muerte del concejal vizcaíno Miguel Ángel Blanco a manos de ETA-(m), el 13-VII-97, un antiguo colaborador y dos miembros de comandos vizcaínos de ETA-(m) murieron (otro moriría en extrañas circunstancias dos años después) y J. L. Salegi desapareció en su exilio mexicano de Irapuato, para reaparecer muerto de un infarto dos días después.</span></span></div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-83481781158461292402015-06-01T02:12:00.000+02:002015-06-01T02:12:05.459+02:00<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Hace unos días me desayuné con la noticia de la muerte de Federico Arcos.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">No tiene sentido abundar en su biografía, otras páginas web cuentan más y quizá mejor sobre lo que fue su vida y su trayectoria militante. Una de esas vidas que inspiran envidia, no porque sean envidiables los avatares a los que se vio enfrentado, sino porque las actitudes que dejan ver y los valores que las inspiran son estimulantes y, aunque normalmente evite estos adjetivos, son admirables.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Hay dos cosas para mí más personales en esta historia. Una, quizá la menos relevante, es la implicación de Arcos en la intensa vida política y asociativa del barrio barcelonés del Clot en aquella década de 1930. Yo viví allí entre 2004 y 2006 y casi todo parecido con la década de 1930, allí incluso más que en muchos sitios, era pura coincidencia; yo mismo fui un buen ejemplo de ello, pues fue una de las épocas menos activistas de mi vida. El colmo de la deshonra, de todos modos, llegaría en 2012 al establecerse allí cierto local de extrema derecha de cuyo nombre no quiero acordarme.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">La segunda es que, si recordaba el nombre de Arcos, es por la charla que dio Dolors Marín en el Encuentro del libro anarquista de 2013. Hablaba Dolors de la tenacidad de quienes luchaban desde el anarquismo en aquellos tiempos y el nombre de Federico Arcos surgió sobre todo por su gran implicación en el periódico <i>Ruta</i>, órgano de la federación catalana de las Juventudes Libertarias. Llegada la clandestinidad franquista</span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">, contaba Dolors Marín,</span></span> de cada número de <i>Ruta</i> había dos ejemplares ya asignados: uno para el Jefe Superior de Policía, no fuera a hacerse ilusiones de haberles derrotado, y otra para una hemeroteca, que quedara para la posteridad. Dolors fue a ver a Arcos en Canadá, donde ha vivido los últimos sesenta y tres años de su vida, y le preguntó el por qué de esa constancia en esos dos ejemplares de <i>Ruta</i> tan asignados. Quizá con otras palabras, Arcos le respondió <i>¿Verdad que los encontraste? Para eso los dejamos. Para que los encontrases. Para que los encontraseis. Para el futuro, para que quedara constancia, para que la semilla -poco o mucho- germinara</i>.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">La vista que Arcos y demás quijotes de nuestra clase social, entre lo osado y lo ingenuo, tenían tan puesta en el futuro nos pone los ojos como platos, pero es admirable. Cómo no entender el título de aquel libro sobre las colectividades aragonesas de 1936-39, <i>Trabajan para la eternidad</i>. Cómo no querer ser parte de esa corriente que viene del pasado y se proyecta hacia el futuro, hacia el mismísimo horizonte.</span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://www.ateneuenciclopedicpopular.org/IMG/jpg/img137.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://www.ateneuenciclopedicpopular.org/IMG/jpg/img137.jpg" height="252" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;">En la imagen, Federico Arcos junto a la también mítica Luce Fabbri (1993).</span></div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-34220941062143243252015-05-12T17:27:00.000+02:002015-05-12T17:36:27.543+02:00Veinte problemas en nuestro discurso<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Quien más quien menos está acostumbrado a leer publicaciones cuya carga ideológica es distinta, o directamente contraria, a la de un@. Sea un periódico, un panfleto o una entrada en un blog, en general tenemos cierta capacidad de buscar sus puntos débiles y relativizar o invalidar lo que dice el otro... pero ¿estamos dispuest@s a evitar esos mismos problemas en nuestro discurso (y, por tanto, en nuestro discurrir) cuando seamos nosotr@s los que nos expresemos?</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Nos hemos puesto a pensar en esto y, con la ayuda de otras gentes*, hemos dado con veinte problemas, más generales o más concretos, que nos convierten a veces en l@s populistas, manipuladores y demás que <span style="color: white;"><b>no</b></span> queremos ser. Estoy hablando de cuatro problemas en cuanto a cómo se aborda la discrepancia y otros dieciséis más concretos, considerados falacias -argumentos inválidos-, en la tradición filosófica heredada de l@s clásic@s grecorroman@s o en consonancia con esa tradición. Concretamente, como aspectos generales:</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">· mala fe, ya sea por entender el debate como un enfrentamiento personal, por ser más exigente con l@s demás que con un@ mism@ o con quienes están más cerca, etc.</span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">· argumentación emocional, ya sea en cuanto a los hechos presentados, a la manera de presentarlos, al criterio con que se eligen unos u otros... El miedo y la esperanza pueden ser buenos mecanismos para manipularnos (nota: no pretendemos negar la parte emocional del ser humano ni que pueda afectar a la racional, lo que negamos es la supuesta legimitidad del uso del poder de las emociones para escamotear o retorcer lo racional)</span></span> </span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">· mentalidad del «mal» como sustancia contaminante. Como detallaremos más adelante, esto se puede concretar de varias maneras: impugnar una idea por la persona que la propugna, hacerlo con una persona en función de algún aspecto de su vida privada, etc.</span></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">· de la mano de esto, la </span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">«</span></span>externalización</span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"> selectiva», esto es</span></span>, que, una vez que un@ ya ha decidido quién/es son l@s buen@s y quiénes l@s mal@s (por intuición, por un análisis global o por lo que sea) el criterio se vuelve distinto. A partir de ahí, l@s un@s sólo hacen algo malo por las circunstancias y algo bueno por naturaleza y l@s mal@s, al revés; a un@s les aceptamos que separen medios y fines, o palabras y acciones, ya l@s otr@s, no; etc.</span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span></span>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Como falacias más concretas:</span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">· <i>ad hominem</i> -> para intentar invalidar lo que defiende alguien, le invalido a él o ella como persona.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">· <i>ad populum</i>
-> la idea de que algo es lógico porque lo hace todo el mundo.
También se puede usar -y se usa- dada la vuelta, lo que podríamos llamar
</span></span></span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">«</span></span></span></span>falacia snob</span></span></span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">»</span></span></span></span>: si parece minoritario o marginal, es acertado o merece algún tipo de aplauso. </span></span> </span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">· apelar a la ignorancia (para ignorar objeciones) -> </span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">«</span></span></span></span>no hay pruebas de lo contrario, luego es así</span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">»</span></span></span></span>. ¿Quién no ha visto defender posiciones de fe (religiosa, supersticiosa, <i>new age</i>) sembrando la duda sobre el método científico, para luego no hacerlo sobre la fe?</span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">· argumentación dirigida a las consecuencias -> intento rechazar o afirmar un razonamiento aludiendo a consecuencias deseables o indeseables, pero que no lo hacen más ni menos lógico;</span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">· autoridad irrelevante -> me apoyo en lo dicho o hecho por alguien sin tener en cuenta que el que sea una autoridad en algún aspecto no quiere decir que lo sea en lo demás;</span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"> </span></span></span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">· <i>ad antiquitatem</i> -> casi una variante de lo anterior: digo que algo es defendible porque es antiguo, porque siempre se ha hecho así, ... Sostener, al contrario, que algo es cierto o merece apoyo sólo por ser nuevo no es menos ilógico (falacia <i>ad novitatem</i>);</span></span></span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">·
causa cuestionable -> pretendo que existe una relación causa-efecto
entre dos hechos sólo porque han ocurrido consecutivamente o a la vez;</span></span></span></span></span></span></span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">·
</span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">deducción
abusiva -> </span></span>generalizo en cuanto a una persona-figura y a su discurso (si está
de acuerdo con algo, se está de acuerdo con todo, etc.) ;</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">· efecto dominó -> (también llamada de la pendiente resbaladiza)
doy por seguro, no como un mero riesgo, que la consecuencia de un acto
tendrá, a su vez, otra(s) consecuencia(s) que en realidad no son seguras
(</span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">«</span></span></span></span></span></span>quien rompe una ventana acabará matando a alguien si no se le castiga</span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">»</span></span></span></span></span></span>, </span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">«</span></span></span></span></span></span>quien fuma porros acabará enganchado a la heroína</span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">»</span></span></span></span></span></span>, etc.) para acabar llegando de lo aceptable a lo inaceptable, o al contrario;</span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"> </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">· el hombre de paja -> caricaturizo lo que dice el otr@ e impugno la caricatura y no lo que realmente ha postulado; </span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">· equívoco -> mezclo ideas utilizando las ambigüedades del lenguaje;</span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">·
falacia genética -> afirmo o niego el valor de un argumento en
función de su origen (época, país del que procedería... puede ir
fácilmente unida a la falacia <i>ad hominem</i>);</span></span> </span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">· falso dilema o falsa dicotomía -> intento reducir el debate a dos posiciones -en ninguna de las cuales se sitúan mis oponentes- más allá de las cuales, supuestamente, no hay alternativa;</span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"> </span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">·
razonamiento circular -> dos proposiciones que son usadas cada una
como base de la otra, pese a que no tienen ningún fundamento más allá
del círculo que forman;</span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">· <i>reductio ad hitlerum</i>
-> busco alguna conexión entre el discurso del adversario, o su
persona, incluso si es indirecto o superficial, para relacionarlo con
Hitler, el nazismo -por este lado, sería un tipo reciente de falacia- o
cualquier otra cosa que un@ considere el colmo del Mal (en el Occidente
de los últimos setenta años, son el nazismo y la persona de Hitler);</span></span> </span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">· <i>secundum quid</i> -> </span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">generalizo, asignando lo que hacen algunas personas de un colectivo humano a todo ese colectivo (género, sector político, profesión, comunidad religiosa, étnica, ...).</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"></span></span></div>
<br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"></span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"></span></span>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"></span></span>
<br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">* Esta entrada quizá no habría existido de no ser por el <a href="http://www.revuejibrile.com/JIBRILE/PDF/SORAL.pdf">artículo</a> [en francés] <i>Empirer l'incompréhension. Alain Soral et les règles élémentaires du débat intellectuel</i>, publicado por Frédéric Dufoing en <i>Jibrile</i> y no habría sido tan sencilla de escribir de no ser por (además de Dufoing) Ali Almossawi, que ha escrito y dibujado <a href="https://bookofbadarguments.com/es/?view=allpages">este</a> estupendo <i>Un libro ilustrado de malos argumentos</i> y por María Corchero, que lo ha traducido al castellano.</span></span> </div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-35723955494008855062015-03-31T12:29:00.001+02:002015-04-14T02:05:09.305+02:00Impresiones de Montevideo<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif;">Si Uruguay
tiene una imagen asociada, es la del <i>paisito</i>, la de un país
pequeño, con características de pueblo a una escala mayor. Y, si
algo transmite esa sensación, es la presencia del mate: lo que en
Argentina, Paraguay o Rio Grande do Sul es un rito privado aquí, con
la ayuda del omnipresente termo de agua caliente, es como un
sempiterno biberón del que un@ nunca se desteta. En la calle, en el
supermercado o en comisaría, en ninguna parte se interrumpen las
mateadas, produciendo al extranjero la sensación de que todo el
mundo está en su casa todo el tiempo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif;">Tal vez sea
una cuestión de suerte, pero esa sensación de <i>paisito</i>
también es alimentada por la hospitalidad con que he sido tratado
por casi todo el mundo las dos veces que he visitado esta tierra.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif;">Aparte de
eso, Montevideo, pese a ser una gran ciudad (en torno a un millón y medio de
habitantes), no es abrumadora: teniendo en cuenta las cantidades de
casas bajas, edificios bajos y, en relativa escasez, edificios altos,
parece mucho más desarrollada en horizontal que en vertical.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif;">Veo lugares que recordaba, como la plaza Independencia, y otros que no había visto, como el bello <a href="http://locaciones.montevideo.gub.uy/sites/locaciones.montevideo.gub.uy/files/locacion/065_hospitalitaliano-rgbFicha.jpg">Hospital Italiano</a> o la plaza Matriz (oficialmente, </span><span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-family: Georgia, serif;">«</span></span>plaza Constitución</span><span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-family: Georgia, serif;">»</span>) que, como buen visitante, me gusta, pero encuentro demasiado frecuentada por otr@s visitantes.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, serif;">También paso por un
barrio humilde, como es La Unión, y por Tres Cruces y
Punta Carretas, sedes de la clase media montevideana. He
tenido ocasión igualmente de pasar por la Ciudad Vieja, donde algunas
localizaciones me llevan a Benedetti y <i>La tregua</i> (la c/
Brandzen, el cruce de Veinticinco con Misiones, donde no está el
café de Santomé y Avellaneda y sí tres bancos y un ministerio) y
de confirmar en Minas con 18 de julio que en Uruguay las pizzas sin
queso son tan fáciles de encontrar como las otras.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif;">Aquí
también hay urbanismo del que rinde culto a dictadores (parque Gabriel Terra),
pero he visto al menos dos pintadas y una pancarta en solidaridad con
los detenidos en la <span style="font-family: Georgia, serif;">«</span>operación
Pandora<span style="font-family: Georgia, serif;">», una de ellas
ante el bello edificio de la Universidad de la República.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif;">No están
en los nombres de las calles, pero en plena Unión, en la calle
Rousseau, está la casa en que vivían los hermanos Moretti, Antonio y Vicente, anarquistas porteños más audaces que sensatos, que llevaron a cabo en la plaza Independencia, el 25-10-28, el atraco al Cambio Messina. Lo hicieron con tres españoles que habían llegado de Barcelona (Pedro Boadas Rivas, Agustín García Capdevila y Tadeo Peña) y, aunque desconozco el desarrollo de los hechos, el resultado fue una escabechina: hirieron de gravedad a dos transeúntes (hay quien habla de un tercer herido), mataron al propietario del cambio, mataron a un empleado y mataron al taxista que les había llevado. En poco más de una semana, la casa de la calle Rousseau sería asediada por doscientos o trescientos policías, según la versión, y todos caerían detenidos, salvo Antonio Moretti, que quemó el botín del atraco y se voló la cabeza. Miguel Arcángel Roscigno, que no había querido participar en aquello y lo había desaconsejado, tendría que poner tierra de por medio. </span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibGK7tNNYznKHWJy13pTZlAa4wlBSBWhkYcd-vNiJXQeioRGg0nomwqhmv9caKlZE1UylFgh6m2iazUYlH1thmyBNgTdeKFSG6qiJqrfA9Ala3Ueih-fcnB1ml1srtMnxRw_5IQhkz2UU/s1600/Punta+Carretas.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibGK7tNNYznKHWJy13pTZlAa4wlBSBWhkYcd-vNiJXQeioRGg0nomwqhmv9caKlZE1UylFgh6m2iazUYlH1thmyBNgTdeKFSG6qiJqrfA9Ala3Ueih-fcnB1ml1srtMnxRw_5IQhkz2UU/s1600/Punta+Carretas.jpg" height="320" width="269" /></a><span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-family: Georgia, serif;">En
un lugar algo más céntrico, Monte Caseros con el bulevar Artigas está el lugar donde mataron al comisario Pardeiro
un 24-2-32. Otros fueron los condenados, pero es probable que los
verdaderos responsables fueran Luis Armando Guidot y el novelesco Bruno Antonelli Dallabella, alias
</span><span style="font-family: Georgia, serif;"><i>Faccia Brutta</i></span><span style="font-family: Georgia, serif;">
(«cara fea») inmigrante italiano de la vecina argentina que, como
otros paisanos suyos, tenía un pie en el anarcosindicalismo y otro
en la Cosa Nostra. Faccia Brutta, al que se daba mucho mejor cometer
atracos y salir indemne que hablar castellano, acabó de todos modos
en la cárcel y allí le matarían otros reclusos. Un estudio de
Hollywood estaba interesado en hacer una película sobre su vida y se
dice que quienes le conocían temían que la vanidad le hiciera
perder la discreción.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Georgia, serif;">En Punta
Carretas, la antigua cárcel, sede de la histórica fuga tupamara de
1971 y de la menos conocida de los anarquistas de 1931, es ahora un
centro comercial («Punta Carretas Shopping»). En frente, en el 2529
de Francisco Solano García, una tienda de ropa donde estuvo la
carbonería (El buen trato) que José Baldi («Gino Gatti») compró para cavar, con otros tres compañeros,
un túnel -según quién lo cuente- de entre 43 y 54 metros de longitud (ver foto) con el cual sacar de prisión a Roscigno.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Georgia, serif;"></span></div>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif;">Habían dejado una nota en la boca del túnel </span><span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-family: Georgia, serif;">«Son ácratas aquellos que lo demuestran con los hechos y no con las palabras».</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-family: Georgia, serif;">Tanto Roscigno como Moretti fueron detenidos de nuevo (por un chivatazo) en cuestión de días y prefirieron ir a la cárcel en Uruguay que a manos de la policía argentina. De poco parece haber servido: t</span>ras cumplir una nueva condena, al acabar 1936, Roscigno, Andrés Vázquez Paredes y otro de sus compañeros fueron liberados y entregados a la policía argentina que, en un anticipo de lo que vendría décadas después, los <i>desapareció</i>.</span></div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-11728298688066602542015-03-23T00:26:00.004+01:002015-03-23T00:26:23.208+01:00Impresiones de Buenos Aires (IV)<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<a href="http://www.estelnegre.org/documents/medinaonrubia/medinaonrubia03.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="http://www.estelnegre.org/documents/medinaonrubia/medinaonrubia03.jpg" height="320" width="205" /></a><span style="font-family: Georgia, serif;">Aún hoy
día abundan las pintadas y pegatinas con referencias a Perón y/o
Evita. Para colmo, hay elecciones generales en el horizonte y el
sucesor de Cristina Fernández se ve apoyado por todo un imaginario
que idealiza a la todavía presidente y, sobre todo, al difunto
Néstor Kirchner, convertido por algunos en un submito dentro del
mito peronista que irradiaría a su viuda y a cuantos se hayan
relacionado con uno u otra.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif;">Otra cosa
que me sorprende de la población porteña es el número de andin@s.
Me pregunto cuánt@s serán argentin@s (salteñ@s, tucuman@s,etc.) y
cuánt@s, inmigrantes venidos de Bolivia o más allá. En todo caso,
su presencia me reconforta: no soy el único exótico, no soy el
único que habla-castellano-pero-raro.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif;">Mi visita
al cementerio de la Chacarita, construido por el mencionado desborde de
otros cementerios a partir de 1871, ha sido un tanto frustrante.
Resulta que cierra a las 17.00, resulta que entre sus numerosas
calles, la que yo busco no parece existir, resulta que el que podría
ser el sepulcro que he buscado, el de Wilckens, no tiene ninguna
inscripción ni homenaje de ningún tipo, no puedo confirmar ni
desmentir el haberlo encontrado. Tampoco tengo tiempo para casi nada.
Es una cálida tarde de verano y es extraño estar en un cementerio.
Dos chicas jóvenes están sentadas ante una tumba y parecen
conmovidas, yo me siento un poco intruso y, a la vez, me pregunto por
todas las tumbas que se ven deterioradas o medio hundidas, ¿no queda
nadie vivo que se ocupe de ellas?</span><br />
<span style="font-family: Georgia, serif;">En general, parece que mi habitual relación con l@s muert@s es más difícil por aquí: Alejandra Pizarnik está enterrada en las afueras (cementerio judío de La Tablada, leo),</span><span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-family: Georgia, serif;"> Baldomero Fernández Moreno, otro tanto (Chascomús, leo)</span>, el doctor Favaloro, en un cementerio privado y Aldo Pellegrini... ni la más remota idea.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif;">El barrio
de la Chacarita, o al menos la parte que he visto, parece muy
comercial: en frente del cementerio hay no pocos bares y tiendas,
pero el trozo que recorro de la avenida Warnes (donde trabajaba
Gekrepten, me recuerdo) está temáticamente dedicado a la
automoción: los talleres mecánicos y tiendas de repuestos se
suceden uno detrás de otro, ¿no los habrá en el resto de la
ciudad?</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif;">La avenida
Dorrego no me parece mucho más acogedora y, de hecho, en torno a la
estación de tren de Chacarita empieza una zona de casitas bajas,
casi chabolas, y, al pasar por el túnel bajo las vías, encuentro la
correspondiente concentración de hollín. Al salir al otro lado del
túnel, vuelven los parques y las calles de aire más residencial.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif;">He dado
vueltas por el sur de Almagro, buscando los antiguos cines míticos
del barrio, en Rivadavia, Corrientes y Díaz Vélez, pero ya no existe
ninguno. De nuevo, <i>Rayuela</i> es una de las cosas que me ha
llevado allí (habla del <span style="font-family: Georgia, serif;">cine</span> Presidente
Roca, entre otros), igual que a la calle
Suipacha (casi toda en el centro histórico), pero allí ya sé que
no voy a encontrar el café Richmond porque cerró tiempo ha.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif;">En cambio,
ir más al centro, al barrio de Caballito, buscando, entre otras
cosas, la cortazariana plaza de Irlanda, me ha dado un agradable
paseo por calles como Neuquén o la avenida de Avellaneda. Me temo
que el nivel económico por aquí, eso sí, sea más alto que la
media porteña (y aún estaríamos hablando de una media).</span><br />
<br />
<span style="font-family: Georgia, serif;">Nota: la foto muestra a Salvadora Medina Onrubia. No he hablado de ella en esta entrada, ni en ninguna otra, pero tiene su relación... y sé que volverá a venir al caso.</span></div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-29739800330762768182015-03-12T04:36:00.003+01:002015-03-12T04:36:51.809+01:00Impresiones de Buenos Aires (III)
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Por todas
partes gotean aparatos de aire acondicionado. Hay muchos coches
antiguos, tanto en uso como abandonados. Algunos, más o menos
antiguos, están clamorosamente abandonados: chapa oxidada, basura en
el interior, etc. También hay muchos perros callejeros. Pienso en
que quizá tengan una vida dura, quizá propaguen parásitos o dejen
más mierda, pero hay más perros vivos. La asepsia canina de
ciudades como Madrid o Barcelona, me recuerdo a mí mismo, se basa en
una política de exterminio constante, púdicamente llevada a las
perreras.</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Parques,
setos y verdor por todas partes. Sigo buscando tras las huellas del
movimiento obrero argentino y no siempre encuentro lo que busco. Hay
un poco de césped en el antiguo solar del número 1056 de la calle
Estados Unidos, sede de un local anarquista en otros tiempos, en una
zona visiblemente proletaria del barrio de Monserrat. Voy a
Balvanera, otro barrio humilde y donde me han recomendado ir
únicamente de día y con cien ojos y busco en los alrededores de la
plaza Miserere (antiguamente</span></span><span style="font-size: small;"> </span><span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-family: Georgia, serif;">«</span>p</span><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">laza Once</span></span><span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-family: Georgia, serif;">»</span></span><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">), donde se encontraba
la sede del combativo Sindicato de Panaderos. Allí se libró una
batalla clave el 19 de junio de 1923 que acabó con el panadero
español Enrique Gombas muerto con varias balas en la cabeza, un
vendedor de fainá, Francisco Facio, muerto bajo los cascos de los
caballos de la policía, el agente de la ley José Arias, herido de
muerte por bala y hay otros 17 trabajadores heridos graves de bala
y/o sable y 163 detenidos, por lo general <i>sableados</i> también
en alguna medida (un panadero, por ejemplo, con la nariz partida en
dos).</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Para llegar
allí he tenido que cruzar buena parte de Almagro por la calle
Anchorena (recuerdo a Horacio Oliveira diciendo </span></span><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-family: Georgia, serif;">«</span></span>no sé si te
acordás de cuando practicaba judo con los muchachos de la calle
Anchorena</span></span><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"></span><span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-family: Georgia, serif;">»</span></span>) y me gusta. Me sorprende la cantidad de judí@s
practicantes que veo por Buenos Aires y, en esta zona, much@s no sólo
llevan <i>kipa</i>, sino todo el atuendo hasídico: pantalón,
chaqueta y sombrero negro, para los hombres, faldas largas y el pelo
cubierto por un pañuelo o una peluca, para las mujeres (al menos, creo que ese es el caso de las casadas). Aquí hay
también muchos comercios más o menos especializados en el público
judío (librerías, alimentación... me sorprende que muchos usen la
variante “casher”, como en francés) y algunos edificios más
importantes (escuela talmúdica, etc.), protegidos por bolardas de
cemento y policía. Desmintiendo los tópicos, es un barrio con mucha
población judía, pero no adinerado (a diferencia de lo que pasaba
en Montréal con Hampstead y Outremont). Más tarde aprenderé un agradable detalle de la alimentación kosher: al tener prohibido comer lácteos y carne en la misma comida, han desarrollado toda una gama de helados sin leche que, a su vez, han traído a gran parte de l@s vegan@s de Buenos Aires a las heladerías kosher, lo que les ha reafirmado en la oferta vegana. He probado una heladería kosher de la zona y no tengo queja, francamente.</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">El trozo de
la calle Bartolomé Mitre más cercano también está lleno de
verde. Los antiguos talleres Vasena, ocupado por sus obreros en 1919
y desalojados violentamente, dando comienzo a la </span></span><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-family: Georgia, serif;">«</span></span></span></span>semana trágica</span></span><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"></span><span style="font-family: Georgia, serif;"><span style="font-family: Georgia, serif;">»</span></span>,
son ahora un parque, aunque se han conservado trozos de tres muros a
modo de memorial. Cerca hay unas cocheras coronadas por alambre de
espino y, de alguna parte, llega el olor de un fuego.</span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://photos1.blogger.com/blogger2/7485/2385/1600/sintecho.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://photos1.blogger.com/blogger2/7485/2385/1600/sintecho.jpg" height="240" width="320" /></a></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">El barrio
de Parque Patricios no parece muy residencial, más humilde, todo
parece más deteriorado y precario. Entre las calles Pichincha, Santa
Cruz, 15 de noviembre de 1889 y la avda. Caseros está la doble
cárcel de encausados. Es un doble monumento histórico: la primera,
en este sentido N-S en que voy, es la más reciente y que <i>sólo</i> estuvo en uso de 1979 a 2001, un edificio visiblemente clausurado y rodeado
de una acera descuidada. El segundo, una cárcel decimonónica,
también clausurada, medio corroída por su antigüedad y por su
abandono y gloriosamente invadida por plantas. Allí pasó sus
últimos días Kurt Wilckens y allí lo mató el ultraderechista
Jorge Pérez Millán Temperley, miembro de la Liga Patriótica
Argentina y a la sazón funcionario de prisiones.</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Justo en
frente hay otro parque, de los grandes, el Florentino Ameghino
–antiguo cementerio, desbordado por la epidemia de fiebre amarilla
de 1871, he leído– y, como nueve manzanas al sureste, en el 375 de
la calle dr. Carrillo, el antiguo hospicio de las mercedes, hoy
Hospital José T. Borda, donde se solía llevar a los condenados con
problemas mentales. Allí llevaron a Pérez Millán Temperley a
cumplir 8 años de condena por matar a Wilckens. Allí se hizo
trasladar Boris Wladimirovich, novelesco anarquista ruso que cumplía
condena en Ushuaia, haciéndose el perturbado, para poder vengar a
Wilckens, con la complicidad de sus compañeros Timofey Derevianka
(ucraniano) y Eduardo Vázquez Aguirre (español). Consiguieron que
otro condenado del hospicio, Lucich, matara al ultranacionalista y
quedaron impunes, al haber atado todos los cabos. De no haberlo
conseguido, tenían un <i>sutilísimo</i> plan B: Vázquez y
Derevianka entraban en el hospicio, se llevaban a Pérez Millán
Temperley a punta de pistola a la plaza de Mayo y allí lo colgaban.</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Es el
barrio de Constitución y, al menos esta parte, parece más
tranquila, pero también poco poblada, entre el hospital, una fábrica
y similares. Cuando empiezo a recorrerlo en sentido norte, en la
transición hacia el de Monserrat, me encuentro lo que parece un
barrio proleta con riadas de gente en torno a comercios sencillos,
olores y ruidos por todas partes y una fuerte concentración de
mujeres y personas transgénero prostituyéndose.</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Eso me hace
pensar en los papelitos (tamaño A8, o menos) que anuncian los
servicios de las prostis: los hay millares por buena parte de la
ciudad, pegados en largas filas en contenedores de basura,
marquesinas y similares.</span></span></div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-62257091990666658582015-03-09T20:46:00.002+01:002015-03-22T23:32:27.503+01:00Impresiones de Buenos Aires (II)<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif;">Me alejo hacia el noroeste, buscando Palermo, y voy pasando más verdor: parque de Las Heras, el Jardín botánico, ... Ahora no hay librerías, hay un mercado de libros al aire libre. Cuando hablo con gente de aquí, me siento muy inseguro: compartimos miles de palabras, pero muchas no significan lo mismo. En otro orden de cosas, casi toda la moneda que veo son billetes, los hay hasta de cinco pesos (unos cincuenta céntimos).</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Georgia, serif;">
</span>
<span style="font-family: Georgia, serif;">Al
recorrer el mercado de libros he pasado en frente de la SRA (Sociedad
Rural Argentina) y ahora llego a la calle Fitz Roy, casi en la esquina con la avenida Santa Fe, donde el también anarquista Kurt G. Wilckens hizo justicia del también asesino Varela, verdugo de unos mil quinientos huelguistas en la Patagonia (para
alivio de los terratenientes de la SRA)</span><span style="font-family: Georgia, serif;"> en el verano de 1921-22. El edificio de la dirección de Varela no es el mismo (demasiado reciente), el del zaguán donde Wilckens le salió al paso, tampoco, e incluso el árbol que hay delante es demasiado joven para ser el mismo al que Varela, moribundo por la bomba, se abrazaba mientras intentaba desenvainar su sable y maldecía al alemán y este, arrastrándose con la piernas medio destrozadas por su propia bomba, sacaba una pistola para rematar lo empezado. Ahora veo una pastelería, una (otra) librería, etc. pero casi puedo ver a Wilckens (<span style="font-family: Georgia, serif;">«espíritu sereno y demoledor», diría Severino Di Giovanni</span>) en el suelo, tendiendo educadamente a los testigos la pistola, con la culata por delante, y diciendo en castellano aproximativo <span style="font-family: Georgia, serif;">«</span>He vengado a mis hermanos<span style="font-family: Georgia, serif;">»</span>.</span></div>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJpJvskfpoAokMcEr9PGzqqermclOnBb_Wk6Js4WYqoxM4dts50XZKVXocKSF4xZ3MAVqV33LJZPNYqYUegfmGgTlqSHooCFY81GbU1P9YYHontIPW05e6OtibppgUZpckwgXCqjC-R4I/s1600/semana+tragica.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJpJvskfpoAokMcEr9PGzqqermclOnBb_Wk6Js4WYqoxM4dts50XZKVXocKSF4xZ3MAVqV33LJZPNYqYUegfmGgTlqSHooCFY81GbU1P9YYHontIPW05e6OtibppgUZpckwgXCqjC-R4I/s1600/semana+tragica.jpg" height="168" width="320" /></a></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span id="goog_1192586218"></span><a href="https://www.blogger.com/"></a><span id="goog_1192586219"></span><br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif;">Como no sólo de historia vive el hombre, punto y aparte. A una manzana hay una tienda de comida vegana casera y, ya con provisiones, sigo marchando. Hay una calle Jorge Luis Borges que nace o desemboca en la plaza Julio Cortázar, me pregunto qué les parecería a uno y otro esa conexión, de haberla conocido. Tengo la impresión de que el cronopio era más humilde, pero quizá sea una cuestión de simpatía personal y afinidad política, quién sabe.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif;">Ayer vi la calle Dellepiane (militar verdugo de huelguistas en la <span style="font-family: Georgia, serif;">«</span>semana trágica<span style="font-family: Georgia, serif;">»</span> de 1919) y esta mañana he visto las que recuerdan a Yrigoyen (el presidente que no supo o no quiso evitar aquella orgía de sangre, ni la de la Patagonia) y a Uriburu (militar que depuso a Yrigoyen y se erigió en dictador, y cuyo rodillo represivo terminó de aplastar el poderoso movimiento sindical argentino de los años 10 y 20), ahora encuentro otra muestra de mitología nacional: ayer vi la calle <span style="font-family: Georgia, serif;">«</span>Antártida argentina<span style="font-family: Georgia, serif;">»</span> y hoy la plaza <span style="font-family: Georgia, serif;">«</span>campaña del desierto<span style="font-family: Georgia, serif;">»</span>. Aquí se suele hablar de una <span style="font-family: Georgia, serif;">«</span>conquista del desierto<span style="font-family: Georgia, serif;">»</span> (1879-1885 serían sus años de auge) como en Israel se habló de una <span style="font-family: Georgia, serif;">«</span>tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra<span style="font-family: Georgia, serif;">»</span>, no porque sea cierto, sino porque es más agradable. Esa campaña o conquista del desierto (que tuvo su paralelo en Chile) consistió en un ataque militar, donde también participó Falcón, contra los indios del centro y sur de Argentina tan fuerte que consiguió en treinta años lo que el imperio español no había conseguido en trescientos. Conocemos menos a los patagones y mapuches que a los sioux o apaches, pero el caso es que esa gente fue diezmada, aplastada y acomplejada hace pocas generaciones.</span></div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-33928953082370632862015-03-01T23:43:00.002+01:002015-03-22T23:32:09.349+01:00Impresiones de Buenos Aires (I)<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif;">Por lo
visto hasta ahora, esta ciudad me parece una capital europea. El
centro histórico me recuerda más a París o Madrid que a
Montevideo, las callecitas del barrio de Palermo, que imagino
haciendo babear a l@s modern@s del Norte, me recuerdan más a partes de Londres como Camden que a
otra cosa. Tampoco hay que tirar tanto de comparaciones; esta es la
ciudad con más librerías que he visto en mi vida, creo (ah, ¿eso
no es una comparación?). Probemos esto: pese a ser una gran (enorme,
gigantesca, etc.) ciudad, conserva bastante verde, en muchos lugares
hay <a href="https://jardinesdelaoliva.files.wordpress.com/2011/11/floracic3b3n-del-palo-borracho.jpg">palos
borrachos</a> y <a href="http://tectonicablog.com/wp-content/uploads/2012/03/por-claudionapoli-cc-455x306.jpg">gomeros</a>
de raíces hercúleas. Cada dos por tres huele a pizza en algún
horno o a una hierba que conozco, pero, pese a mi esfuerzo, no
reconozco (¿sabina?). Pese a la enorme cantidad de urbanismo en
cuadrícula, consigo despistarme varias veces por mi extraño mapa
–no tiene arriba el norte, sino el sur-suroeste– y el Sol, que a
mediodía llega tan arriba que es imposible decir qué es el norte y,
por extensión, todo lo demás.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<a href="http://cdn.supadupa.me/shop/14281/images/1501723/buenos_aires_1909_24_25_frame_grande.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="http://cdn.supadupa.me/shop/14281/images/1501723/buenos_aires_1909_24_25_frame_grande.jpg" height="320" width="282" /></a><span style="font-family: Georgia, serif;">Hay
edificios tan imponentes como el de la <a href="http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/a/a5/Palacio_de_Correos_Ciudad_de_Buenos_Aires.JPG">Secretaría
de comunicaciones</a> (justo antes de llegar a la Casa Rosada por la
av. Eduardo Madero), la <a href="http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/f/ff/Aspects_of_Recoleta,_Buenos_Aires,_17th._Jan._2011_-_Flickr_-_PhillipC.jpg">Facultad
de ingeniería</a> de la UBA o el <a href="http://static.panoramio.com/photos/large/22685590.jpg">Palacio
Sarmiento</a>, pero me los encuentro más de lo que los busco. En
cambio, me alejo de la plaza de Mayo por la avenida de ídem buscando
la cafetería Iberia, bastión de los emigrantes y exiliados
españoles de cuatro generaciones. Bingo. Se me aparece delante, en
la esquina con la calle Libertad (amén), con una reciente placa que
recuerda a los cientos de argentin@s que combatieron contra Franco.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif;">Me pierdo
entre Recoleta y Retiro y entre calles que podrían pertenecer a
cualquier otra capital occidental, llego al cruce de Callao con
Quintana, donde Simón Radowitzky ajustició al coronel Falcón
(1909), famoso por haber reprimido a tiros el <i>meeting</i> del 1º
de mayo en la llamada semana roja (al menos 14 muert@s y 80 herid@s<a href="mailto:herid@s"></a>,
activistas detenid@s<a href="mailto:detenid@s"></a>, deportad@s<a href="mailto:deportad@s"></a>,
etc) y antes, haber desahuciado (¿os suena, paisan@s<a href="mailto:paisan@s"></a>?)
a inquilin@s<a href="mailto:inquilin@s"></a> en huelga con cañones
de agua casi helada. Falcón tiene una placa que le recuerda como
<span style="font-family: Georgia, serif;">«</span>guardián del orden<span style="font-family: Georgia, serif;">»</span>
(salpicada de pintura roja, que le recuerda aún más) y, a pocas
manzanas, una estatua. Radowitzky tiene un pedazo de su alma
impregnando el penal subpolar de Ushuaia y el eco de un rugido de
todas las movilizaciones por su libertad durante 21 años de
presidio: manifestaciones, huelgas, la infiltración de Miguel
Arcángel Roscigno en el cuerpo de funcionarios de prisiones para
intentar sacarle de allí, su bomba en el domicilio del director del
penal, …</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif;">Doy vueltas
por los (muchos) parques de plaza Francia y alrededores y sigo
pensando en las cuatro vidas de Radowitzky, niño y adolescente
ucraniano, luchador anarquista y preso en Argentina, brigadista en
España, exiliado en México.</span></div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-11036870197092579252015-01-05T19:39:00.001+01:002015-01-05T19:39:12.488+01:00<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">En el país de los ciegos, los tuertos no son los reyes, pero miran a los ciegos con la misma altanería que si lo fueran.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">En su país, los ciegos no sueñan con volver a ver, sueñan con cegar a los tuertos.</span></span></div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-66654585494987014942014-10-28T20:00:00.001+01:002014-10-28T20:00:25.920+01:00Nota para nosotr@s mism@s (dentro de un tiempo)<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: small;">Existe una posibilidad real de que dentro de pocos años el estado español esté gobernado, en coalición o incluso en solitario, por Podemos. Siendo así, queremos ir dejando un pensamiento sobre la mesa para el día en que sea J. C. Monedero o algún otro correligionario quien envíe a los antidisturbios a reconfigurarnos la cara a hostias.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: small;">El pensamiento es en parte ese, que habrá sido simpático participar junt@s en movilizaciones mientras estuvimos de acuerdo (más o menos, eso parecía) en quién era el Enemigo, l@s Mal@s, la Casta (¿?), ... pero también que ya sabíamos que este momento llegaría. Tod@s salvo quienes están decidiendo no verlo. Cuando la izquierda liberal –o burguesa o parlamentaria o como vuecedes prefieran llamarla– llega al Poder, la otra izquierda, la proletaria, pobre o quinqui, la anticapitalista, sigue igual de reprimida y, encima, aislada por esa izquierda liberal que antes le palmeaba el hombro (no hablamos sólo de líderes polític@s, también ciertas figuras intelectuales, ciert@s periodistas, ciert@s sindicalistas, ... si no, al tiempo).</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;"><span style="font-size: small;">La historia de la transformación desde arriba no viene de ayer. Eso de «No queremos hacer la revolución, <i>queremos que nos la den hecha</i>» viene de antiguo. El tema está de actualidad aquí por el caso de Podemos y Guanyem/Ganemos</span>, aunque en estos casos nuestros tan posmodernos, ni siquiera se sabe si se trata de una revolución, de una reforma, de un platónico «gobierno de los sabios» o de qué. (Dejamos para otro momento el hablar más a fondo de las flojísimas comparaciones entre partidos de semanas o meses de antigüedad, pese a su euforia, con los 14 años de las CUP* o los 35 de las CUT-BAI. Hay quien viene del sindicalismo agrario y el cristianismo de base de los 70, quien viene de un duro aprendizaje de base y okupa, insumiso, etc. en las derrotas de los 80 y la reconstrucción de los 90... y quien viene de las tertulia<span style="font-size: small;">s televisivas de los últimos meses.)</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">El empeño de esa izquierda, cuartelera y jacobina, en repetir la misma tragedia</span><span style="font-size: small;"> de los últimos doscientos veinte años no parece agotarse ni por cansancio. Vuelven a prometernos la transformación social desde el Poder, en lugar de proponérnosla contra el Poder, y vamos preparando el<b> </b>botiquín. Votarán a un nuevo Azaña para nuevos Casas Viejas, Castilblanco, Arnedo, ... Como poco, votarán a un nuevo Mitterrand para que pensemos que las huelgas reprimidas a porrazos, las multas a la disidencia y el modelo económico liberal bienestarista son lo peor que puede pasarnos, para decirnos que al menos no tenemos (¿seguro que no lo tendremos?) nuestro propio giro rigorista, nuestro propio ascenso de la ultraderecha, etc., etc.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">* <a href="https://twitter.com/cupdebarcelona/status/526755592975958017">Palabras</a> de David Fernández en los días en que andábamos escribiendo esto: «Podem hoy día es un resultado electoral que ha entrado por la vía mediática, no por la vía del trabajo de base y de los barrios». </span></span></div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-42069882410925423142014-09-14T13:35:00.001+02:002014-09-14T13:35:35.800+02:00¿Qué cabe esperar (y qué no) de Podemos?<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Más allá de la simpatía o antipatía que pueda suscitarnos, parece interesante preguntarse ¿qué cabe esperar de esa formación política tan reciente, Podemos?</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Repasemos: </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">El pasado 14 de enero, Podemos no tenía nombre, pero estaba contenido como una semilla en el manifiesto <i>Mover ficha: convertir la indignación en cambio político</i> que publicaron, entre otros, nuestros queridos Santiago Alba Rico y Carlos Fernández Liria.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">La misma semana se lanzaba Podemos como iniciativa electoral que recogía ese guante –pactado o no entre redactores del manifiesto y emprendedores de la iniciativa, poco importa–.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Hubo cuatro meses de espiral de crecimiento: la candidatura generó ilusión entre ciertos sectores, lo que dio vigor a la lista, lo que generó ilusión, etc.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Después, los resultados en las elecciones europeas permitieron llevar esa espiral a una fase superior: el escenario de la macropolítica española, tan flexible a los cambios como las familias tradicionalistas de las tragedias tipo <i>Romeo y Julieta</i>, acusaba el cambio. El señorito había encontrado un pelo en su sopa y parecía perder los nervios.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Desde entonces, las encuestas aún han seguido alimentando estos elementos y, por tanto, su dinámica: Podemos podría convertirse en el motor del frente anti-PP y, como tal, arrastrar a buena parte de IU (sembrando la desilusión entre quienes se queden en ella) y a parte del PSOE, cosa que podría sembrar las deserciones en ese partido y agravar su crisis.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Pero ¿quiénes son exactamente los que están perdiendo los papeles? ¿A quién tiene en frente Podemos y, por ende, a quiénes convoca como votantes esta formación política? ¿Qué puede dar de sí?</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Quienes chillan, patalean y se rasgan las vestiduras son l@s dirigentes del PP y el PSOE, elementos inmovilistas para quienes el anquilosamiento es el estado natural del debate político: el que se mueva no sale en la foto. La relación IU-Podemos es más ambigua: la primera quería fagocitar a la segunda y ahora lo contrario parece más probable, pero IU ha aguantado muchos palos y es muy difícil para ell@s tragarse semejante constatación del fracaso –por lo demás, patente– de sus 28 años de historia, que ha sido un frágil intento de salvar, a su vez, el histórico PCE. En todo caso, la posición de IU ha sido claramente la de contribuir al nacimiento del actual sistema macropolítico español y alimentarlo, pero manteniéndose en su margen, intentando ser una especie de Pepito Grillo cuya acción haría evolucionar el sistema en lugar de dejar que el sistema les cambiara. Como resultado de esa ambigüedad, Podemos está captando una base electoral que podría ser afín a IU en gran parte y que sin embargo difícilmente la votaría, probablemente por los lastres históricos con que carga.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Con el PP y el PSOE, la cosa está más clara y se les ha señalado y se les señala, junto a la Corona, como casta dirigente. El carácter dinástico de la Corona está claro y tampoco requiere mucha investigación el de parte de la élite política (los Rato, Aznar, Oreja, Gallardón... ). Más aún, incluso dirigentes sin ningún rasgo de casta, sean más conocidos por su lado político (F. González, J. Pujol Soley, M. Rajoy) o empresarial (J. M. Polanco, Amancio Ortega, J. M. Lara Hernández), parecen haberse instalado en la élite y algun@s de ell@s han instalado a sus descendientes o lo están haciendo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">¿Hay una casta dirigente en el estado español? No. Hay una clase dirigente en la que puede meterse quien quiera y además consiga tan ardua tarea, quien <i>pueda</i> de hecho lograrlo al intentarlo. Los Ortega, Polanco, González y demás no estaban en la élite y ahora lo están, y no poc@s de entre ell@s lo han hecho mediante el ascenso interno en partidos políticos y la concurrencia a las elecciones. ¿A las mismas elecciones a las que se presenta Podemos? Sí, a esas mismas. Pero las elecciones son para participar en las instituciones, son una herramienta neutral y, o las hacemos nuestras o la clase dirigente actual (la llamada «casta») las hará suyas.</span></span></div>
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<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Claro, las instituciones son neutras, la historia empezó esta mañana y la tele nunca se equivoca. No, en serio: nada como conocer la historia del parlamentarismo para asimilar que no, las instituciones no son neutras, y que es difícil concurrir a las elecciones y a cualquier otro circuito de participación institucional si no es llevando una pesadísima carga de ingenuidad y una gran disposición a perder tiempo y energía; hay que ir dispuest@s a repetir los mismos errores de todas las generaciones anteriores. [En este mismo blog ya hablamos del rol histórico de los partidos políticos y su relación con el parlamentarismo, aquella entrada se puede leer <a href="http://conspiracionparamatareltiempo.blogspot.com.es/2011/10/que-son-y-que-no-son-los-partidos.html">aquí</a>.]</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Pero –se nos puede decir– incluso si Podemos estuviera realmente en el camino que lleva a la integración institucional, a ser un nuevo IU, ERC o similar, ¿por qué iban sus votantes y militantes a permitir o incluso favorecer esa evolución, pudiendo evitarla mediante su funcionamiento asambleario? Por partes: ¿votantes o militantes? Ante todo, votantes: Podemos nació como una candidatura electoral que respondía a un manifiesto cuya tesis (implícita) era que sólo algún tipo de revulsivo electoral podía permitir que el malestar ante la gestión de la crisis macroeconómica pasara del descontento a la contraofensiva. Había, de hecho, un sentido de la urgencia que, dado el contexto y dado lo escrito después por al menos uno de sus firmantes (S. Alba Rico), se explicaría por la necesidad seguir descongelando la apatía que dominaba y domina la escena política y de evitar la recuperación del descontento por la extrema derecha. No obstante, todo partido (PSOE, PCE, el antiguo EIA) o sindicato (CGT es el más evidente por estas latitudes, pero también los mayores CCOO y UGT) que ha entrado en dinámicas electorales ha visto su militancia debilitarse cualitativamente, cuando no también cuantitativamente –volvemos a remitir a la evolución de PCE y PSOE en la llamada </span></span><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">«</span></span>transición</span></span><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">»</span></span>–. Votar cada cuatro años es más cómodo y, seamos sincer@s, es en gran parte por esto por lo que genera tanta ilusión una candidatura nueva y de apariencia lozana entre votantes desencantad@s de una muchedumbre apática: con un simple voto, el votante del PP apacigua sus pesadillas protagonizadas por Rodríguez Zapatero y la negociación con ETA, el del PSOE aleja la imagen de Rajoy y sus recortes (o incluso Aznar y su apoyo a la invasión de Iraq) y el de Podemos puede alejar a ambos e incluso dar un puñetazo en las mesas del Parlamento Europeo y la Zarzuela. En realidad, pese a los porcentajes de abstención, es en las elecciones donde ni siquiera la mayoría silenciosa parece tan silenciosa. ¿Cuáles son los porcentajes de activismo cotidiano en todo tipo de sindicatos, asociaciones o colectivos? Un mismo suspiro lastimero recorre todo el mundo, de España a Cuba y de EEUU a Venezuela: la gente no se implica mucho en política, pero al menos vota. Si Podemos hubiera querido militantes antes que votantes, no se habría creado Podemos, como respetuosamente les recordó Carlo Frabetti en su artículo <a href="http://www.naiz.eus/eu/hemeroteca/gara/editions/gara_2014-03-15-06-00/hemeroteca_articles/debemos"><i>Debemos</i></a>. La comparación entre las trayectorias de las CUP catalanas y del partido de Monedero, Iglesias y cía. debería de ser suficiente para remachar esta idea.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_n8IC5tcQLOL7vCIeBXVdzUIkDwv6HU8sm-bUPNy0XtvPyNKW4a3yPeJr9qvEHMRcTBTuF_VjgCMsYVQodmElFs6RCnHWb8uEkdgdQhOkWfEn_cp_e3jCdJxpu0t2nZ8FiFtVmCxxImI/s1600/Podemos2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_n8IC5tcQLOL7vCIeBXVdzUIkDwv6HU8sm-bUPNy0XtvPyNKW4a3yPeJr9qvEHMRcTBTuF_VjgCMsYVQodmElFs6RCnHWb8uEkdgdQhOkWfEn_cp_e3jCdJxpu0t2nZ8FiFtVmCxxImI/s1600/Podemos2.jpg" height="146" width="400" /></a></div>
<br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Podemos es, dicho está, una formación dispuesta a recoger esos votos, como ya ha empezado a demostrar. Pero ¿los votos de quién? Bueno, el voto es anónimo, pero sabemos qué intentan recoger –la fuerzas desatadas el 15-M de 2011 y en las movilizaciones de todo este ciclo, aún inconcluso– y cuáles son sus metas... más o menos. En realidad, si algun@s calificamos a Podemos de «populistas</span></span><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">»</span></span> sin por ello hacerle el caldo gordo a PP, PSOE y cía. es porque el centro de su discurso y, sobre todo, del entusiasmo que genera está en a quiénes atacan («la casta», «los culpables de la crisis», «las minorías extractoras», «la jauría», </span></span><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">«las minorías privilegiadas</span></span></span></span><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">»</span></span>, </span></span>etc.) y no en sus objetivos. Las comparaciones son odiosas, lo sabemos, pero si el anarcosindicalismo se ha dotado de principios, tácticas y finalidades y, dentro de eso, cada un@ ya sabía y sabe cuál es el margen de variación, la <i>pablítica</i> de Podemos –perdonen los jueguecitos de palabras– parece más vaga, sea por su funcionamiento abierto, por lo cómodo de la imprecisión... o por todo ello a la vez. En todo caso, parece haber cierto programa político: más y mejores servicios públicos y, consecuentemente, una recaudación menos injusta y una auditoría de la deuda pública, mayor control de la banca y menor derroche privado y (sobre todo) público, dignificación de la situación de la mujer (derecho al aborto, trabajo doméstico), laicismo y respeto a las decisiones colectivas dentro y fuera del estado (federalismo y antiimperialismo). Soberanía nacional, vaya. Que este estado no parezca el cortijo privado de unos cuantos. Patriotismo de verdad y no del de desfile y paliza al inmigrante –y en esto, reconocemos que Podemos sí está planteando una alternativa a las bases de cierta ultraderecha–.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Tiene la debida lucidez con respecto a las mujeres y sectores LGBT y con respecto a las relaciones entre pueblos. Por lo demás, es un estupendo programa para el siglo XVII (Spinoza, Locke), XVIII (Rousseau, Montesquieu, Kant) y la primera mitad del XIX (por poner ejemplos autóctonos: Blanco White, Riego, <i>el Empecinado</i>, Espartero, Mendizábal, Espronceda, Madoz... ). A estas alturas, eso sí, esto ya huele: sabemos que la igualdad, la libertad y la independencia civil no se alcanzan escribiéndolas en un papel, sabemos que la patronal y la misma troika a la que Podemos quiere enfrentarse nos coaccionan (individual y colectivamente) y aún pueden hacerlo más y que no hay ciudadanía ni ley allá donde hay coacción, sabemos que sólo se emancipan comunidades decididas a ello y que lo que está aglutinando Podemos es una masa de votantes de l@s cuales no se sabe cuánt@s estarían dispuest@s a algo más que meter un papel en una urna cada cuatro años o un enlace en su cuenta de twitter o facebook. Hemos aprendido algo del fracaso del liberalismo y podemos... darnos por enterad@s, de verdad, algun@s intentamos hacerlo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">¿Se pueden recoger esas energías de este ciclo de luchas de tres años obviando los últimos doscientos años de historia? <i>Sí se puede</i>: soñando con a) una Arcadia keynesiana donde nadie se queda en paro tanto tiempo como para ser desahuciado ni caer en la pobreza extrema, a la clase media le llueven trabajos cualificados y hasta las estadísticas de crecimiento macroeconómico sonríen con benevolencia (un proyecto de tipo más islandés) o b) una <i>revolución</i> bolivariana que quizá empiece como intento de keynesianismo, pero tenga el punto de mira en llegar a una superación pacífica y progresiva del capitalismo, posibilidad que no podemos apoyar, pero que no entramos a valorar en profundidad por falta de detalles sobre los pros y contras del modelo venezolano.</span></span></div>
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<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span></div>
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<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;">Recapitulando: Podemos ha encontrado un espacio hecho a medida y se lo está apropiando, como es natural. No es exactamente un espacio generacional (aunque haya muchos más no-votantes de la Constitución del 78 que votantes) ni tampoco un espacio de clase (aunque Podemos parece alimentar las fantasías de cierta clase media mejor que nadie), es un espacio para un populismo de izquierdas, que defiende la soberanía nacional evitando las tentaciones fascista, eurófoba, etc. y, al hacerlo, le quita terreno bajo las pies a las organizaciones basadas precisamente en esas <i>tentaciones</i> y se puede, incluso, atraer votantes desencantad@s de la derecha. Puede seguir sacudiendo el panorama macropolítico español, puede escorar el marco del debate político español hacia la izquierda y bien podría formar parte –liderándolos, incluso– de una mayoría parlamentaria y un gobierno reformistas, los primeros en más de setenta años. Lo que no va a hacer en ningún caso –es posible, de hecho, que los debilite– es cumplir los buenos propósitos asamblearios, antipartidistas, autoorganizativos y revolucionarios que han formado parte, en conflictiva mezcla, del llamado movimiento 15-M y de las asambleas populares –a las que han ninguneado desde el mismo manifiesto prenatal– y que hacían que todo ello entroncara con más de un siglo de movimiento de la clase oprimida por su liberación y el fin de la sociedad de clases.</span></span></div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-35570325602683454212014-08-15T22:21:00.003+02:002014-08-16T16:20:36.855+02:00El cuco como modelo de doble rasero (en la violencia, la subversión, la destrucción, etc.)<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Desde un punto de vista superficial, el cuco no es un pájaro violento o agresivo. No se le ve dando picotazos a otras aves si no son ellas quienes lo hacen primero. Por el contrario, sí se puede ver a un petirrojo o un carricero común emprendiéndola a picotazos con cucos adultos. Siempre ejerciendo de observadores superficiales, diremos que son estos otros pájaros los agresivos, los violentos.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Lo que los cucos adultos hacen, algo aún más característico que su canto, es ahorrarse el mantenimiento de sus crías poniendo sus huevos en nidos ajenos. Cada hembra está especializada en poner huevos que imiten los de otra especie, leemos, hasta veinticinco de ellos, pero rara vez más de uno por nido y nunca más de dos, la diversificación es clave. Si la segunda ave la sorprende en su nido, sin haber llegado a poner los huevos, echará al cuco a picotazos y fin de la historia.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/5/5c/Reed_warbler_cuckoo.jpg/426px-Reed_warbler_cuckoo.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/5/5c/Reed_warbler_cuckoo.jpg/426px-Reed_warbler_cuckoo.jpg" height="320" width="227" /></a><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Si, en cambio, la madre cuco se sale con la suya, al cabo de su gestación, el polluelo-colono sale del huevo y tal como sale, enclenque, sin plumas ni plumón, con los párpados cerrados, la emprende a empujones con todo hasta que consigue tirar del nido los huevos. En algunos casos, su madre le habrá adelantado trabajo engullendo uno de los huevos del nido parasitado. Además, la gestación del cuco es más rápida que la de muchas aves de su tamaño, pero, aunque uno de sus </span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">hermanos adoptivos ya haya nacido, a menos que </span></span>pese mucho, lo matará igualmente arrojándolo del nido, asegurándose así de que no le faltará comida. Los (forzosos) padres adoptivos, siguiendo la llamada del instinto, alimentan a la cría-colono, que también tiene entre sus características la insistente demanda de comida, durante dos y hasta tres semanas. Al cabo, el cuco es un pájaro adulto que en algunos casos apenas cabe en el nido y dobla en tamaño a cualquiera de sus progenitores (véase la foto). </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Llegado a este punto, el cuco emigrará a tierras más cálidas y cuando regrese, al cabo de tres estaciones, volverá a empezar el ciclo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Un@ puede verlo de manera superficial y recalcar que el cuco no la emprende a picotazos sin ataque previo, pero este sigue siendo un ente invasor y destructivo que empieza su vida aniquilando para no tener que compartir recursos y que la culmina depredando el trabajo de otros.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Quien quiera hacer el mismo tipo de observación con el modo en que funcionamos las personas, instituciones y empresas tendrá que preguntarse quiénes son y por qué l@s violent@s, l@s subversiv@s, l@s destructores. Tendrá que preguntarse si l@s máxim@s responsables del estado de las cosas no tienen quizá la máxima responsabilidad de que al caos se le llame libertad, de que cada ataque a la estabilidad sea visto como una sana subversión, cada cambio de paradigma (¿decidido por quién? ¿debatido cómo y cuándo?) com0 una alegre ruptura y la carrera hacia ninguna parte, una festiva revolución.</span></span></div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1391291284393839204.post-44957789587152910292014-07-26T21:40:00.000+02:002014-07-30T22:28:24.355+02:00Fulano a la guillotina, cárcel para Mengano<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Ahora que la crispación social alcanza cotas que nuestra generación no había visto, abundan cada vez más las voces de venganza. Se reclama la</span><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"> cárcel para «los causantes de la crisis» –como suponiendo que se puede trazar una línea y designar a unas personas concretas como responsables y el resto, sentirnos inocentes– o se reclama lisa y llanamente la guillotina, sea para ell@s, para la élite en general o, simplemente, para la familia real, entendiendo que en estados como el español existen, con respecto a la revolución francesa, algo así como «ejecuciones históricamente pendientes».</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br />La verdad es que algun@s no queremos derrocar a la clase dirigente para matarlos, encarcelarlos, deportarlos a los climas más extremos ni encomendarles los trabajos más cansados, sólo para instituir una sociedad nueva, sin clases, de la que ell@s mism@s quizá quieran formar parte y en la que no podrán suponer una amenaza, ni aunque quieran. Sólo queremos el poder sobre sus vidas para no utilizarlo. Lo mejor que podríamos hacer con él es eso, demostrarles lo que es humanidad. Queremos la victoria para ser magnánim@s, por la misma razón que la grandeza no se exhibe, se ejerce. Lo mejor que podríamos hacer, vaya, es demostrarles que «ética» no es sólo una palabra y que, las más de las veces, el poder sobre otro ser humano puede, debe, <i>no</i> usarse.</span></span></div>
Mr. Brownhttp://www.blogger.com/profile/07381393703251930613noreply@blogger.com0