jueves, 30 de diciembre de 2010

Estas cosas pasan (o "la confusión entre la prudencia y la paranoia inquisitorial")

Descubrir que alguien te engaña o intenta aprovecharse de ti mola, porque es práctico y sienta bien al amor propio. Hacer crítica de lo que se hace (lo haga un@ mism@ u otr@s), también, y se puede hacer sin más intención que la de mejorar lo mejorable. La diferencia de una a otra cosa estriba, probablemente, en apreciar (en el primer caso) mala intención y concluir que no es una cuestión de mejorar, sino de dejar de joder manipular, explotar o lo que sea. Y si Don Quijote atravesaba aquellos odres de vino con su espada, era porque creía que eran enemigos, no porque realmente lo fueran.

Mr. Brown y otr@s compañer@s en las sombras tienen el fastidio (con regusto a déjà vu) de presentar a cierto colectivo llamado Refugaya dando por culo importunando a Luis Navarro –traductor de Guy Debord y otros autores de la Internacional Situacionista, fanzinero impenitente; ser humano, en fin, con sus errores y aciertos– y removiendo el tema en Internet, a colación de Industrias Mikuerpo, el libro que Luis acaba de publicar:

http://klinamen.org/noticias/a-proposito-de-industrias-mikuerpo

Nos permitimos explicar el anatema de Refugaya, y todo ese género literario, en 18 palabras: “La teoría revolucionaria ha sido recuperada, ¿quién la des-recuperará? El buen des-recuperador que la des-recupere, buen des-recuperador será”.

¡AHAA! (Anarquistas Hart@s de Anarquistas Amargad@s)

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Y esto, ¿qué es?


Ha nacido este cuaderno virtual y, en vez de un pan, trae bajo el brazo dos objetivos: ser de interés sin caer en el aburrimiento y hacerlo sin caer en el entretenimiento más fácil que se le ocurra. De hecho, Mr. Brown opina que esto es casi evidente, que ni el aburrimiento ni el entretenimiento, tal como se suele entender, son compatibles con el ser “de interés”. Y por eso quiere que conspiréis con él para matar el tiempo.

Mr. Brown sostiene que perder el tiempo es dedicarlo a cosas que no nos llenan y, dado que el mundo sigue girando y el tiempo no deja de pasar, o bien hacemos cosas que nos interesen e, incluso, nos apasionen (y entonces, sólo entonces, vencemos al tiempo, aunque transcurra más rápido, lo estamos matando con el arma de la satisfacción), o bien nos dedicamos a hacer “lo que sea” o a no hacer nada en absoluto, y ahí será él, en su eterno discurrir devorador de vidas, quien nos mate a nosotr@s.

Este cuaderno, entonces, no es ni más ni menos que una de tantas ventanitas a aquellas cosas que, opina Mr. Brown, hacen la vida interesante, sean alegres o tristes, reales o posibles, inmediatas o lejanas.

¡Adelante con la Ilusión, la Belleza y la Verdad! Ya ha empezado la guerra por una Vida digna de ese nombre, ¡amartillad vuestros corazones, desempolvad vuestras sonrisas, afilad vuestras mentes... !