domingo, 8 de mayo de 2011

Amor, deseo...

No sé quién eres, así que no sé si nos hemos encontrado, o aún no. En todo caso, la vida de una persona que se levanta y se acuesta sola casi cada día de cada semana de cada mes de cada estación, siempre es menos gozosa.

No soy Casanova ni Cuasimodo, no tengo neones que anuncien perfección ni vendo nada en absoluto. En cambio,

a ti, que te ríes desde el fondo de las tripas sin importar si pareces o no una “señorita”, que eres tan natural que hablar contigo y sentirse en casa es todo uno,

a ti, que fulminas a quien pretenda vender humo sin soltar un golpe ni levantar la voz, que manejas un vocabulario de más de diez mil palabras y clavas las uñas en el lomo de tus amantes cuando llegas al orgasmo,

a ti, que, insegura, disimulas tu deslumbrante belleza y racionas un-poco-demasiado tus inteligentes comentarios y tus vastos referentes,

a ti, que brillas sin perdonar a nadie la vida y pareces burlarte de todo y de todos, incluyéndote a ti misma,

quiero conocerte más y mirarte tan de cerca que respiremos con un solo aliento, reírnos juntos, en esa «distancia cero», mientras miramos y admiramos las perfecciones e imperfecciones de amb@s… no te prometo nada, las promesas se las lleva el viento y mi aliento es el único aire que te puedo garantizar. Así pues, no te prometo nada, si quieres comprobar algo de esto, búscame.

2 comentarios:

  1. ¡MONSIEUR BROWN, qué escándalo!

    Qué coño le ha pasado, por qué el cambio de ese panfletarismo anarcoutilitarista a este... este... esto... ¡Esto!

    ¡Me gusta!

    Pd. Te mataba por esa arroba ahí...

    ResponderEliminar